Jack Bisonte: música cálida compuesta a seis grados bajo cero
El dúo publica su segudo EP, 'The Playground', al que dieron forma en una cabaña del norte y que cuenta con la producción de Brian Hunt
Carlos Amelivia canta, toca la guitarra y compone. Miguel Llaguno se coloca detrás de la batería. Son amigos desde que eran niños y desde un par de años forman Jack Bisonte, un grupo que sobre el escenario suenan como si fueran cinco. Su sonido bebe, como ellos mismos reconocen "de la gente más elegante, soul y pop". Acaban de lanzar su segundo EP, The Playground, que presentarán en directo el próximo 18 de abril en la sala Siroco.
Este trabajo tiene una curiosa historia. Lo compusieron en una cabaña que tiene la familia de Carlos en un pueblo llamado El Rasillo (La Rioja). "Queríamos estar totalmente centrados en esto que estábamos creando: comer, dormir y respirar los nuevos temas. Tocamos los seis bajo cero, pero cuando la hoguera consumió todo el oxígeno de la estancia y casi no podíamos respirar, compusimos Breathe. La historia de Love You Good tiene más que ver con que hacia frío y solo llevábamos un saco. Ya ves, la inspiración exige límites".
¿Nos contáis un poco la historia de Jack Bisonte? Sois amigos desde pequeños, ¿no?
Carlos: Eso es. Uña y carne desde que éramos muy críos. La historia de Jack Bisonte es la historia de esa amistad supongo. Hay pocas cosas mejores que pelear un sueño junto a un amigo, y desde hace cuatro años eso es lo que hacemos.
Supongo que conoceros tanto es una ayuda a la hora de trabajar, pero también, a veces, la confianza puede...
C: Creo que esa confianza es la clave de todo. Nuestros directos son en gran parte improvisación y entendernos tan bien nos permite tocar como uno solo. Además ya sé que Miguel siempre se pide la litera de arriba, asÍ que esa discusión que nos ahorramos.
¿Cómo os gusta definir el sonido de Jack Bisonte?
C: Solíamos tenerlo muy claro: “estampida acústica” decíamos, pero en esto de la música y en general en todo lo que está conectado contigo nunca digas nunca, estamos cambiando hacia sonidos que juramos no tocar y sencillamente está resultando de lo más “divertido”.
Miguel: Es un sonido que va evolucionando muy rápido. Empezamos hace apenas dos años con una guitarra acústica y dos tambores, prometiéndonos que nunca íbamos a cambiar nada… y el giro hacia sonidos más actuales es una realidad en The Playground
Ahora presentáis un EP en el que anunciáis un giro, ¿hacia dónde habéis ido?
C: Son canciones más agradecidas, más fáciles de hacer que la gente se pueda identificar con ellas. Crecemos y observamos; y la música nunca permanece igual. Hasta hace poco no sabíamos lo que era un estribillo, pero tampoco lo que era que te pidieran un bis.
M: En el primer EP dejamos partes muy importantes de la producción en manos de terceros, pero vamos aprendiendo cuál es nuestro sitio en las canciones, y nos gusta participar mucho en la producción y en los arreglos. En este disco hemos estado muy encima de todo: producción, mezcla y mastering. Hay esa base rítmica y contundente, pero también se aprecia un camino hacia el pop, que seguramente se haga más fuerte en el próximo trabajo en el que ya estamos trabajando.
¿Cómo ha sido el trabajo con Brian Hunt? ¿Qué os aporta al sonido?
M: Brian es como nuestro hermano mayor en la música. Antes de entrar a grabar no le conocíamos personalmente, y tardamos medio minuto en conectar en lo musical y en lo personal. Además es un hater como nosotros y eso une mucho.
Y cómo se traslada vuestra propuesta a los escenarios, al directo…
M: No es fácil defender un directo con solo dos músicos sobre el escenario, pero lo hemos tenido claro desde el principio y vamos hasta el final. Siempre hemos odiado las formaciones de cuatro y eso nos obliga a que cada uno de nosotros haga el trabajo de dos o de tres personas. El 18 de Abril presentamos en Madrid, en la Sala Siroco y nos tiemblan las piernas, pero creo que estamos haciendo algo bueno de verdad y el que esté allí lo va a ver.
Citáis a Paolo Nutini, Chet Faker o Tracy Chapman como referencias, una buena combinación.
M: Nos encantan los tres, pero igual que muchos otros. Nos han sacado parecidos de todo tipo. Nosotros no tenemos ninguna referencia tan directa, al final eso se refleja en que hacemos música de diferentes estilos. De algún modo C.Tangana, aunque se aleje de nuestro sonido, es una referencia en la industria, por lo que está construyendo y cómo lo está haciendo; y… porque nosotros también queremos casarnos con Carlotta Cossials. We love Hinds!
Y con grupos de vuestra generación, ¿con cuáles tenéis más afinidad?
M: Ahora está saliendo gente joven que hace música increíble, en Madrid hay muchísimo nivel. El año pasado estuvimos en la batalla de bandas para tocar en el DCode con grupos como Ganges, St Woods (que es muy amigo) o Marem Ladson y dijeron que fue la mejor final de la historia. Hay una escena bastante guay.
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