La infanta Elena lleva la bandera hasta en el retrovisor de su coche

Desde que su hermano se convirtió en Felipe VI, doña Elena lleva una vida pública menos expuesta. Esta nueva situación la permite mostrarse más como ella es, lejos de las normas protocolarias. La hija mayor de los Reyes eméritos a sus 54 años ha encontrado la estabilidad profesional y personal. Trabaja en la fundación de Mapfre y ha recuperado su vida de mujer soltera con sus amigos de siempre y su afición por la hípica. Todo ello sin descuidar su faceta de madre de dos adolescentes Felipe, de 19 años, y Victoria,de 17 años. Elena de Borbón es uno de los personajes que mejor índice de popularidad tiene entre los familiares del Rey. Su espontaniedad y españolidad tienen culpa de ello.

Doña Elena ha hecho de los colores de la bandera española su propio estandarte. La hermana del Rey colecciona todo tipo de complementos con los tonos de la enseña. El último del que presume es de un protector para su retrovisor confeccionado con la bandera española que ha lucido durante una visita esta semana al Comité Olímpico Español.

Pero es en los grandes acontecimientos cuando, la Infanta presume de bandera. Una vez que perdió el papel de protagonista en la tribuna de honor del desfile de la Fiesta del 12 de Octubre, la hermana mayor del Rey ha optado por seguir acudiendo a esta cita aunque como una ciudadana de a pie.

Lo ha hecho también cada vez que un deportista español logra un triunfo. En especial celebró los triunfos de la selección de fútbol de España en la Eurocopa y en el Mundial de Fútbol acompañada de su prima María Zurita y en ocasiones de su hijo Felipe.

Doña Elena, como su madre, es muy aficionada a lucir muchos collares y pendientes. También suele usar sombreros. Raro es un estilismo suyo que no lleve la bandera española. Y si la etiqueta no se lo permite siempre le queda la funda de su teléfono móvil o el balcón de su casa para demostrar su españolidad. También el tono de su teléfono es el del himno nacional. En eso coincide con su exmarido Jaime de Marichalar.