Diez sorpresas sobre Cindy Crawford en su 52 cumpleaños
La supermodelo celebra hoy su aniversario y recordamos algunas facetas de su vida eclipsadas por el brillo de su exitosa carrera
Cindy Crawford fue una de las top models de los noventa, marcó junto a otras compañeras como Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Helena Christensen, un cambio en la industria de la moda que puso el foco no solo en sus creaciones sino en el papel que jugaban quién las mostraba al mundo. 52 años después de su nacimiento sigue marcando hitos, incluido el de conseguir que las marcas se hayan fijado en el potencial de las mujeres maduras y seguir siendo rostro de portada.
Una broma premonitoria. Crawford debía apuntar maneras de modelo desde su juventud porque cuando estaba en segundo de secundaria recibió una llamada de una tienda de ropa en la que le pidieron que desfilara para ellos. Todo fue una broma de sus compañeros de clase, que seguro en más de una ocasión se habrán acordado que solo dos años después el rostro de su condiscípula era protagonista en las portadas de algunas de las revistas de moda más importantes del mundo.
Rompiendo tópicos. El mito de que ser guapa es incompatible con ser inteligente se rompió hace tanto tiempo que resulta ridículo aportarlo como argumento en cualquier foro. Cindy Crawford acabó demostrando su saber estar en el mundo de la moda y los negocios, pero cuando se graduó en 1984 sus estudios fueron en una dirección bien distinta: recibió una beca para estudiar ingeniería mecánica en la Universidad de Northwestern. Su éxito como modelo hizo que abandonara esta carrera solo dos meses después de comenzarla.
Un lunar icónico. Desde que se inventó Photoshop, los retoques de las fotografías de moda han sido práctica común. Cindy Crawford también conoce sus posibilidades y durante muchas sesiones de fotos de sus primeros años, esta herramienta permitió eliminar el lunar que tiene encima del labio y que terminó convirtiéndose en una de sus señas de identidad. En algún momento incluso pensó en quitárselo, pero también ha dicho que siempre recordaba las palabras de su madre: “Si quieres te lo puedes quitar, pero sabes cómo es tu lunar. No sabes cómo sería la cicatriz”.
Polifacética. Su éxito como modelo es de sobra conocido, pero Crawford también ha sido presentadora. Entre 1989 y 1995 condujo en la MTV el programa House of Style. Lanzó una colección de muebles en 2005, Cindy Crawford Home Collection. Ha protagonizado vídeos con sus propios ejercicios para mantenerse en forma. Y en 2015 publicó Becoming, una autobiografía que incluye su trayectoria personal y profesional.
Infeliz en el amor. Aunque la vida le sonríe en este aspecto desde que se casó con Rande Gerber, padre de sus dos hijos y con quien lleva 20 años de matrimonio; la modelo también sufrió por amor. Se casó en primeras nupcias con el actor Richard Gere cuando tenía 25 años. Se divorció cuatro años después y mucho más tarde confesó que “su divorcio la destruyó” y tuvo que ir al psicólogo para salir adelante. “El proceso me ayudo a verlo todo de forma más realista. Con Richard aprendí a ser famosa”, ha dicho Crawford.
Cuidados rutinarios. La supermodelo ha confesado ser muy constante y rutinaria con sus cuidados de belleza. En una entrevista confesó que realiza los mismos ejercicios desde hace 20 años, tres veces a la semana con un entrenador: 20 minutos de cardio y una hora de pesas, sentadillas y abdominales. También es fiel a la misma línea de cuidado de la piel desde hace más de 15 años.
El cine no es lo suyo. Lo intentó en 1995 con un papel en la película Fair Game. Los expertos fueron muy críticos con su trabajo y alguna revista especializada llegó a calificar su intento como “la decisión más tonta en la historia del cine”. Para Cindy Crawford quedó claro que lo suyo era enfrentarse a las cámaras de fotos y olvidarse de las de cine.
Causa de accidentes en Noruega. Es una de las modelos que más portadas ha protagonizado. Se contabilizan más de 600 en revistas de todo el mundo. Pero lo que no es tan conocido es que en 1992 las autoridades noruegas retiraron de las carreteras anuncios en los que aparecía Cindy Crawford porque constataron que los accidentes de automóvil habían aumentado en un 300% en los puntos donde estaban los carteles.
Desnuda y con riesgo. Fue la primera supermodelo en posar desnuda para la revista Playboy. Ocurrió en 1998. Precisamente esta sesión de fotos provocó que conociera a Richard Gere, su primer marido, a quien vio por primera vez en casa de Herb Ritts, el fotógrafo encargado de retratarla para la famosa cabecera. En otra ocasión tuvo que posar desnuda con una pitón sobre los hombros y casi se desmaya por el peso y el olor que despedía el animal. Fue el cuidador de la serpiente quien se percató que estaba ejerciendo demasiada presión en la modelo.
Una familia modelo. Se casó con Rande Gerber en una playa de Bahamas y se vistió para su boda como si estuviera recién levantada. “Quería lograr la mejor versión de la chica con la que Rande adora despertarse cada día. La pareja tiene dos hijos, Presley y Kaia, ambos tan guapos y estilosos como sus padres y dispuestos a seguir los pasos de su progenitora sobre la pasarela. Ella ha alcanzado la felicidad familiar, pero no olvida que cuando tenía solo ocho años perdió a su hermano Jeff, de tres años, a causa de una leucemia. El cáncer es una de las enfermedades que cuentan con su apoyo siempre que así se lo piden.
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