Los insultos al rey Guillermo dividen al Parlamento holandés
La coalición de centro derecha no se pone de acuerdo para suprimir el delito de lesa majestad, penado hasta con cinco años de cárcel
Difamar al rey Guillermo es un delito de lesa majestad en Holanda penado hasta con cinco años de cárcel, una situación que divide al actual Gobierno de centro derecha. Si bien la mayoría del Parlamento (de 150 escaños) está de acuerdo en suprimir la ley que fija la ofensa y la condena, los cuatro partidos de la coalición en el poder no están seguros. Mientras cristianodemócratas y Christen Unie, una agrupación protestante, quieren dejar las cosas como están, los liberales de derecha tienen muchas dudas. Los liberales de izquierda, por su parte, desean acabar con una norma que consideran fuera de su tiempo. Sobre todo porque Guillermo Alejandro, el soberano, no quedaría desprotegido: le ampararía la misma legislación que protege al resto de la ciudadanía contra la discriminación y los discursos de odio.
Aunque en opinión de Mark Rutte, el primer ministro holandés, de suprimirse la ley Guillermo de Holanda (en el trono desde 2013) quedaría en una situación desairada porque se vería obligado a interponer él mismo una demanda en caso de ofensa grave. “Y no es de recibo que vaya a comisaría para algo así”, ha apuntado. Actualmente, es la fiscalía la que decide si procede perseguir o no un insulto de esta índole. “Y estamos hablando del rey, que no puede defenderse en un debate público como el resto de la ciudadanía”, añaden fuentes de la democracia cristiana.
En 2016, un varón cuya identidad no trascendió, fue condenado a 30 días de cárcel por haber dicho en Facebook que el rey Guillermo “era un asesino, un ladrón y un violador”. También hizo un montaje fotográfico poniendo la cabeza del monarca en lugar de la original de una víctima de ISIS (siglas en inglés del Estado Islámico) para subrayar, en su opinión, lo que se merecía. En su caso, los jueces consideraron que dicho comportamiento no era aceptable. Otro insulto, sin embargo, no llegó a los tribunales. En 2014, Abulkasim Al-Jaberi, un periodista holandés de origen iraquí, fue arrestado durante una manifestación por decir obscenidades contra el rey, la reina y la monarquía. La fiscalía decidió que sus palabras se enmarcaban “en el contexto de un debate público”, sobre el presunto racismo de la figura de Zwarte Piet (Pedro el Negro). Este es el paje que acompaña a San Nicolás, y Naciones Unidas lo considera un “estereotipo racista” porque va con el rostro pintado de negro, peluca rizada y ropa morisca. En los últimos años, ha ido aligerando su imagen y muchos llevan ahora en la cara el hollín de la chimenea por donde bajan, el 5 de diciembre, para dejar los regalos de los niños.
En cuanto al futuro de la ley de difamación, sigue abierto. De mantenerse la agenda del Congreso, será debatida esta semana por los diputados.
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