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Los habitantes de Trumplandia en fotos

Para entender el victimismo, demagogia y negatividad de Donald Trump hace falta poner la mirada sobre el interior de EE.UU., el territorio menos conocido tanto para extranjeros como para los propios estadounidenses. El presidente conectó con el malestar de estos estadounidenses olvidados cuyo entusiasmo apenas se ha erosionado en el primer año de la era Trump.

Fernando Peinado

Fernando Peinado

15 ene 2018 - 10:15CET

A este jubilado de Brush Creek, Tennessee, no le importa hacer cola durante 18 horas a la intemperie en pleno diciembre con tal de ver a su ídolo, Donald Trump. Los más trumpistas de entre los trumpistas recorren miles de millas y acampan a las puertas de los estadios. Corean gritos de guerra como “Construye ese muro” y “Enciérrala (a Hillary Clinton)”. Trump comprendió que en la política de EE.UU. el componente espectáculo es clave para el éxito. Su megalomanía satisfizo el anhelo de muchos estadounidenses de encontrar un líder duro, un salvapatrias que encauzara el país. — A este jubilado de Brush Creek, Tennessee, no le importa hacer cola durante 18 horas a la intemperie en pleno diciembre con tal de ver a su ídolo, Donald Trump. Los más trumpistas de entre los trumpistas recorren miles de millas y acampan a las puertas de los estadios. Corean gritos de guerra como “Construye ese muro” y “Enciérrala (a Hillary Clinton)”. Trump comprendió que en la política de EE.UU. el componente espectáculo es clave para el éxito. Su megalomanía satisfizo el anhelo de muchos estadounidenses de encontrar un líder duro, un salvapatrias que encauzara el país.Fernando Peinado

Trump convirtió a este antiguo vendedor de coches usados en el rostro de los estadounidenses obreros que componen su “movimiento”. Durante un mitin en febrero del año pasado, el presidente le invitó a subir al escenario y Huber se fundió en un abrazo con él. Con las cámaras en vivo Huber le profesó su fidelidad: "Nosotros el pueblo, nuestro movimiento, somos la razón por la que nuestro presidente de EEUU está de pie aquí enfrente de nosotros hoy. Cuando el presidente Trump durante la elección prometió todas las cosas que iba a hacer por nosotros, sabía que iba a hacerlo por nosotros". Aquel minuto de fama le cambió la vida a Huber que abandonó su trabajo. Ahora transmite un show diario en redes sociales y da la vuelta por el país como “embajador del trumpismo”. — Trump convirtió a este antiguo vendedor de coches usados en el rostro de los estadounidenses obreros que componen su “movimiento”. Durante un mitin en febrero del año pasado, el presidente le invitó a subir al escenario y Huber se fundió en un abrazo con él. Con las cámaras en vivo Huber le profesó su fidelidad: "Nosotros el pueblo, nuestro movimiento, somos la razón por la que nuestro presidente de EEUU está de pie aquí enfrente de nosotros hoy. Cuando el presidente Trump durante la elección prometió todas las cosas que iba a hacer por nosotros, sabía que iba a hacerlo por nosotros". Aquel minuto de fama le cambió la vida a Huber que abandonó su trabajo. Ahora transmite un show diario en redes sociales y da la vuelta por el país como “embajador del trumpismo”.Fernando Peinado

En el oxidado cinturón industrial del Medio Oeste, Trump ganó el voto de estadounidenses empobrecidos y desesperados por la pérdida de relevancia de la región. "Nos hemos quedado en los huesos y nuestros huesos se están descomponiendo", me dijo Brian Reynolds, un veterano de guerra de 58 años que votó en Erie, Pensilvania. Llevaba más de dos décadas sin votar pero Reynolds puso sus esperanzas en el candidato republicano por sus promesas de crear empleos para los trabajadores manuales de esta región.

Uno de los enigmas del trumpismo es la alianza de un multimillonario neoyorquino nacido en la riqueza con millones de estadounidenses del EE.UU. profundo, olvidado y empobrecido. Trump viajó a pueblos remotos a los que ni siquiera iban candidatos republicanos anteriores y la población local lo apreció, sintiendo que por fin un político mostraba interés por ellos. Hillary Clinton celebró muchos menos mítines y se alejaba poco de las grandes ciudades. Dan Lanser, un lechero de Elkhart Lake, Wisconsin, me dijo que admira en el presidente electo su ética de trabajo: "Trabajamos duro, Trump trabaja duro". — Uno de los enigmas del trumpismo es la alianza de un multimillonario neoyorquino nacido en la riqueza con millones de estadounidenses del EE.UU. profundo, olvidado y empobrecido. Trump viajó a pueblos remotos a los que ni siquiera iban candidatos republicanos anteriores y la población local lo apreció, sintiendo que por fin un político mostraba interés por ellos. Hillary Clinton celebró muchos menos mítines y se alejaba poco de las grandes ciudades. Dan Lanser, un lechero de Elkhart Lake, Wisconsin, me dijo que admira en el presidente electo su ética de trabajo: "Trabajamos duro, Trump trabaja duro".Fernando Peinado

Trump siguió el guion político del sheriff del condado de Maricopa, en Arizona, quien hace una década descubrió que el discurso intolerante contra los indocumentados da réditos electorales. Arpaio aterrorizó a los latinos de Maricopa, donde se encuentra Fénix, con redadas en oficinas y barrios, y paradas aleatorias de tráfico. Los abusos de Arpaio precipitaron su final. Poco a poco la presión de los activistas y la atención mediática nacional erosionaron la popularidad del sheriff que perdió la elección de 2016. Ahora, con 85 años, ha anunciado que buscará ser Senador de EE.UU. por Arizona en los comicios de noviembre.

Uno de los asesores más cercanos a Trump, Stephen Miller, de 32 años, tiene una visión muy cerrada de la identidad estadounidense. Desde su precoz despertar político en una escuela de secundaria de Santa Mónica, California, Miller expuso en artículos, eventos y elecciones escolares su oposición a la diversidad. Se radicalizó como reacción a una California que recibió en los años 80 y 90 a millones de inmigrantes latinos. Algo similar ha pasado en otras partes del país donde los extranjeros han comenzado a llegar más recientemente. — Uno de los asesores más cercanos a Trump, Stephen Miller, de 32 años, tiene una visión muy cerrada de la identidad estadounidense. Desde su precoz despertar político en una escuela de secundaria de Santa Mónica, California, Miller expuso en artículos, eventos y elecciones escolares su oposición a la diversidad. Se radicalizó como reacción a una California que recibió en los años 80 y 90 a millones de inmigrantes latinos. Algo similar ha pasado en otras partes del país donde los extranjeros han comenzado a llegar más recientemente.Santa Monica High School Yearbook

Divorciado en dos ocasiones y protagonista de películas eróticas, Trump es quizás el presidente de EE.UU. más alejado del ideal de Jesucristo, pero eso no impidió que la fervorosa cristiana Rosaleen Lynar le diera su voto. Lynar me dijo que apoyó a Trump a regañadientes porque era la opción republicana y porque Hillary Clinton es una “socialista”. Clinton “odia las iglesias” enfatizó esta maestra retirada da clases de modales para niñas en una iglesia de la Florida profunda, en Cross City, en el condado de Dixie. El apoyo masivo de los cristianos evangélicos a Trump dejó perplejos a muchos: los sondeos a pie de urna el día de la elección general mostraron que los votantes blancos evangélicos de todo el país votaron en masa por el republicano: 80-16%. Este apoyo es el mayor que este grupo de votantes ha dado a un candidato en la historia reciente. — Divorciado en dos ocasiones y protagonista de películas eróticas, Trump es quizás el presidente de EE.UU. más alejado del ideal de Jesucristo, pero eso no impidió que la fervorosa cristiana Rosaleen Lynar le diera su voto. Lynar me dijo que apoyó a Trump a regañadientes porque era la opción republicana y porque Hillary Clinton es una “socialista”. Clinton “odia las iglesias” enfatizó esta maestra retirada da clases de modales para niñas en una iglesia de la Florida profunda, en Cross City, en el condado de Dixie. El apoyo masivo de los cristianos evangélicos a Trump dejó perplejos a muchos: los sondeos a pie de urna el día de la elección general mostraron que los votantes blancos evangélicos de todo el país votaron en masa por el republicano: 80-16%. Este apoyo es el mayor que este grupo de votantes ha dado a un candidato en la historia reciente.Fernando Peinado

El voto útil fue masivo en la elección que ganó Trump. Hubo muchos votantes resignados que detestaban a ambos candidatos y que votaron al republicano para impedir la victoria de la demócrata Clinton. Muchos eran los republicanos urbanos y educados como los oyentes del poderoso locutor de Wisconsin, Charlie Sykes, quien le declaró la guerra a Trump en las ondas convirtiéndose en uno de los abanderados de lo que se conoció en EE.UU. como el movimiento “Nunca Trump”. Sykes hubiera preferido a un candidato clásico del tipo de Mitt Romney, el anterior candidato del partido en la elección de 2012, a quien ven como más afín por su estilo y sus ideas, favorables al libre comercio y la globalización. De nada sirvió su desafío porque Trump se impuso en Wisconsin, contra los pronósticos. Derrotado, Sykes me confesó que había entrado en shock al ver que el nativismo y el populismo habían conquistado a la derecha estadounidense: “Yo pensé que el conservadurismo estaba representado por National Review, el Wall Street Journal, Marco Rubio y Paul Ryan y esos tipos. Y ahora esos tipos han sido básicamente relegados". — El voto útil fue masivo en la elección que ganó Trump. Hubo muchos votantes resignados que detestaban a ambos candidatos y que votaron al republicano para impedir la victoria de la demócrata Clinton. Muchos eran los republicanos urbanos y educados como los oyentes del poderoso locutor de Wisconsin, Charlie Sykes, quien le declaró la guerra a Trump en las ondas convirtiéndose en uno de los abanderados de lo que se conoció en EE.UU. como el movimiento “Nunca Trump”. Sykes hubiera preferido a un candidato clásico del tipo de Mitt Romney, el anterior candidato del partido en la elección de 2012, a quien ven como más afín por su estilo y sus ideas, favorables al libre comercio y la globalización. De nada sirvió su desafío porque Trump se impuso en Wisconsin, contra los pronósticos. Derrotado, Sykes me confesó que había entrado en shock al ver que el nativismo y el populismo habían conquistado a la derecha estadounidense: “Yo pensé que el conservadurismo estaba representado por National Review, el Wall Street Journal, Marco Rubio y Paul Ryan y esos tipos. Y ahora esos tipos han sido básicamente relegados".Ana María Rodríguez

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