En cuatro años, el MAM se convirtió en epicentro comercial para miles de uruguayos, mientras el consumo crece sin parar desde hace tres lustros en el país. Es un punto de encuentro y de compras para los vecinos y los montevideanos, además de captar turismo. Los visitantes pueden encontrar parafernalia uruguaya como estos mates.Hasta hace ocho años, el mercado --inaugurado en 1913-- estaba desvencijado, parecía un galpón raído en medio de tres manzanas de terrenos baldíos con casas ruinosas y ocupantes hacinados. En la imagen, una costilla macerando. La oferta cárnica es uno de los atractivos del MAM. Se puede encontrar desde parrilla de autor hasta cortes especiales.La torreta del pórtico principal, con su veleta, rosa de los vientos, campanario y motivos florales, también fue restaurada.Verónica Adler, especialista líder de Vivienda y Desarrollo Urbano del Banco Interamericano de Desrrollo (BID) en su oficina de Montevideo. El banco y la Agencia de Cooperación Española (AECID) han sido motores de la intervención urbana en el barrio de Goes.Un turista brasileño en el Mercado Agrícola de Montevideo. Según sus autoridades, el recinto recibió más de tres millones de visitas en 2015.En la esquina, una de las casas refaccionadas hecha cooperativa, a la derecha otra cooperativa de viviendas frente al Mercado Agrícola de Montevideo.Una pareja baila tango en el Mercado Agrícola de Montevideo. El barrio de Goes tiene una fuerte tradición tanguera, pues hay registros desde 1886.Iluminación de la fachada a la noche. El Mercado Agrícola de Montevideo abre de 9.00 a 22.00 horas.Una parrillada en el Mercado Agrícola de Montevideo. Los uruguayos tienen especial aprecio por sus carnes, que asan con leña o carbón.La arquitectura de Goes resume la identidad de Montevideo y también sus principales desafíos como habitar vastas zonas del área central del ciudad.En el barrio Reus, corazón de Goes, viviendas construidas a finales del siglo XIX típicas de la zona.
