Bittor Arginzoniz aúna raíces y modernidad en su caserío vasco de Axpe para revolucionar el concepto de asador tradicional. Su manejo de las brasas y su filosofía de kilómetro cero de alta cocina de la parrilla han llevado al Etxebarri, su casa, a la cima culinaria.
Parrilla de titanio, para croquetas y rebozados; pulverizar con aceite y asar a la brasa: textura de fritura sin exceso de aceiteMariano HerreraParrilla plana, ancha y sin curva, para rodaballos y bacalaos pequeñosMariano HerreraParrilla de paso estrecho, para anchoas, chipirones, cocochas, salmonetes…Mariano HerreraParrilla de paso estrecho, para asar por las dos carasMariano HerreraSartén de malla metálica de agujero fino, para saltear habitas, guisantes lágrima y angulasMariano HerreraSartén de malla metálica de agujero grueso, para saltear setas y pulpitos. Acero inoxidableMariano HerreraSartén microperforada con láser, para arroces. Permite la entrada de aroma de la brasa, pero impide la pérdida de líquidoMariano HerreraCazuela para atemperar caviar. Agujereada en la base y con una malla para vaporizar algas marinas y otra para depositar el caviarMariano HerreraCazuela para mejillones al vapor, evita la pérdida de líquidosMariano HerreraWok para fritura de pimientos en tempura y ortiguillasMariano HerreraBandeja perforada para asar al vaporMariano HerreraBittor Arginzoniz, cocinero del restaurante EtxebarriMariano HerreraPanorámica de Axpe donde se encuentra el restaurante
Etxebarri y el valle de Atxondo desde los picos del parque natural de UrkiolaMariano Herrera