El resultado de las elecciones catalanas

Podría ser bueno por varias razones: récord de participación y un resultado plural. Podrían haber salido a la palestra y anunciar: “Los partidos políticos hemos perdido y hemos ganado. La ciudadanía, que es la que nos importa, ha ganado, puesto que vamos a gobernar en la pluralidad y en el respeto hacia todas las opiniones. Vamos a gobernar para toda Cataluña. Para ello formaremos un grupo único en el que vamos a ceder cada partido para llegar al consenso de lo que es realmente importante: la educación, la sanidad y la economía”. Lamentablemente no fue ese el discurso, sigo oyendo más y más de lo mismo, sigo escuchando “el ombligo” de cada uno y la intransigencia de todos.

Continúa el desastre y a saber adónde nos va a llevar. Me queda la esperanza de soñar que de aquí a la constitució del Parlament aparega el seny (la constitución del Parlament aparezca el sentido común).— Empar Peris. Elche (Alicante).

Ya tenemos los resultados de las elecciones y la situación objetiva es parecida (con ligeros matices) a la precedente, digan lo que digan ahora unos u otros. La sociedad catalana sigue dividida en dos casi mitades y la actitud de los llamados “independentistas” se mantiene firme y retadora ante la ordenación y legalidad actuales del Estado. Es la hora de la política y mi única petición a los diversos agentes del Estado que participen en la misma representando la legalidad vigente es que actúen con la máxima inteligencia posible y también con la firmeza debida en su defensa. Nos va en ello a todos algo trascendente, y al Estado actual su misma existencia en ese territorio.— Pedro Carboneras. Madrid.

El aspecto más positivo del 21-D no es la victoria de Ciudadanos. El más positivo para la democracia es el hecho de que casi el 82% de los catalanes haya votado.— Neil James. Bargas (Toledo).