Cuerpos desnudos y feminismo, así es el universo de María Hesse
La ilustradora ha publicado un libro sobre Frida Kahlo y en la actualidad trabaja en otro sobre David Bowie
María Hesse (1982) asegura que comenzó a ser ilustradora a los seis años de edad y sin darse cuenta. Aunque cuenta que su madre y su profesora sí lo hicieron. “Siempre he dibujado, no me recuerdo sin hacerlo. En su momento no pude hacer Bellas Artes y estudié Magisterio. Ahí no sabía ni que existía la profesión de ilustración. Me gustaba dibujar y me gustaba el cómic. Con el tiempo descubrí a Rebecca Dautremer, el álbum ilustrado y lo que era la profesión. Estaba inmersa en unas oposiciones cuando decidí dejarlo y estudiar un ciclo de grado superior de ilustración. Quería hacer de mi pasión mi profesión”.
Esta ilustradora ha desarrollado su actividad en el mundo editorial y ha publicado varios libros, entre ellos Orgullo y prejuicio y Frida Kahlo. Una biografía. También cuenta con un proyecto más personal donde destacan el protagonismo femenino, los cuerpos y una sensibilidad muy especial. Su próximo reto es un libro sobre David Bowie, en el que se encuentra ahora mismo trabajando. Hablamos con ella sobre técnica, su particular universo y los iconos que habitan sus obras.
Tus ilustraciones transmiten cierta ingenuidad, pero en realidad no son nada ingenuas...
Hasta hace muy poco no me planteaba qué es lo que quería transmitir con ellas, simplemente dibujaba lo que se me venía a la cabeza, y creo que en general hablan mucho de mí. Y sí, creo que hay una parte fuerte de ingenuidad porque dentro de mí siguen quedando muchas cosas de la niña que fui y de la que disfruto. Pero también hay una parte más visceral. Esa necesidad de sacar para fuera las cosas que me remueven o que quiero reivindicar y que al final aparecen como pechos abiertos de los que brotan cosas.
Descubre el trabajo de María Hesse
Hay homenajes a películas, música e iconos de la cultura, ¿cómo eliges los referentes que manejas?
De pequeña yo no jugaba a la consola, pero si veía mucho la tele. Me grababa en VHS mis dibujos y películas favoritas. Videoclips, conciertos... No había internet ni YouTube (risas). Luego me las veía en bucle, me aprendía los diálogos, jugaba a que era uno de esos personajes, cantaba las canciones. ¡Era una friky buena! Así que no tengo que buscar esos referentes, están en mí. Y me cuesta mucho elegir cuál dibujar, porque los haría todos... y posiblemente los vaya haciendo poco a poco ¿ves cómo sigo siendo una niña? Cuando son referentes culturales, como es caso de Frida, son personas que por un motivo u otro, se me meten dentro de una forma muy especial.
Háblanos un poco de tu técnica.
Durante mucho tiempo estuve trabajando en digital porque soy muy impaciente con los procesos de secado y lo iba manchando todo. Ahora, precisamente esos detalles son los que me gusta que queden presentes en las ilustraciones, porque creo que hablan de mí. Normalmente uso gouache y tinta china. Voy usando otras técnicas, pero es que me encanta el comportamiento que tiene el gouache, me parece una pintura muy viva.
Además estos iconos, ¿qué otras cosas te inspiran?
Me inspira todo. Los cómics, el cine, la música, la fotografía, las series, libros... Creo que la inspiración está en todas partes y así debe de ser.
Hay un protagonismo casi total de las mujeres en tu trabajo, ¿es una parte de reivindicación feminista?
Antes ni me planteaba esto. Dibujaba mujeres porque me salía de forma natural y es lo que mejor conozco. No creo que dibujar mujeres en sí se pueda meter dentro de una reivindicación feminista. Esto ya lo hacían los hombres sin tener ese mensaje. Lo que lo hace feminista es cómo y qué se quiere transmitir con esa ilustración. En que situación está, que mensaje conlleva. Estamos viviendo un momento muy interesante donde grupos de música femeninos, fotógrafas, cineastas... o ilustradoras estamos contando nuestras historias. Estamos contando las cosas desde nuestro punto de vista. Las mujeres somos más que madres, novias o acompañantes. Somos sexuales, somos ambiciosas, fuertes... y también nos tiramos pedos.
El universo de tu trabajo también tiene sentido del humor.
Pues es que soy así sin darme cuenta. Me encanta reírme de las cosas y además en mi día a día digo un montón de tonterías. En redes sociales y con el trabajo, pretendo ser una persona formal, pero mira, por mucho que lo intento, vas tú y me haces esta pregunta ¡Y en realidad me encanta! Porque entiendo que al final estoy siendo sincera con lo que hago y eso acaba viéndose reflejado.
Y otros elementos importantes son el cuerpo y la sensualidad.
No solo es sensualidad, se trata de normalizar. El cuerpo desnudo de una mujer en la vida diaria, en publicidad, en el arte... se ha cosificado. Lo que trato al mostrar esta desnudez y sexualidad de la mujer, es normalizarlo, o al menos esa es mi intención. Que ya sabemos que el hombre puede ser sexual y está bien visto que lo sea, pero las mujeres siempre andamos debatiendo de si es una frígida, calienta braguetas o promiscua, siempre en plan negativo.
¿Qué proyectos tienes ahora entre manos, en qué estás trabajando?
No me dejan contar mucho, pero estoy en muchos y son preciosos. Lo más inmediato es una nueva biografía, que en este caso no es de una mujer. Será sobre David Bowie, con la editorial Lumen, y creo que es diferente de lo que suelo hacer aunque sigue siendo muy yo. Para mi es todo un reto.
Dinos algunos nombres de ilustradoras jóvenes que estén haciendo cosas interesantes ahora mismo.
Me cuesta destacar nombres porque siento que se me escapan muchos, pero te diría Irene Mala, Marta Chicote, Eva Zurita, Esther Gili, Cristina Martos Vela, María Melero, Laura Agustí, Rebeca Khamlichi, Mercedes Palacios, Eva Carot, Kristina Krize, María Luisa Beneitez…. no sé, ¡hay tantas!
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Autor: Maria Hesse.
Editorial: Lumen (2016).
Formato: versión Kindle y tapa blanda (160 páginas).
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