No es un juguete
La mitad de los niños y niñas de 8 a 10 años ya tienen móvil, y la otra mitad lo tendrá, si nadie lo remedia, después de las fiestas de Navidad y de Reyes. Y esto a pesar de que los expertos recomiendan una edad mínima de 14 años para la posesión de un móvil. Los niños insistirán porque no quieren ser los últimos en tenerlo, y los padres cederán en uno de los mayores actos de irresponsabilidad colectiva de esta sociedad en la que vivimos. Antes de dar el visto bueno a la carta a los Reyes deberíamos saber que cuando ponemos un móvil en las manos de un niño estamos aumentando el riesgo de acoso, y estamos permitiendo el acceso a contenidos perniciosos para el desarrollo de una mente aún por amueblar y estamos consintiendo la publicación de datos e imágenes con destino desconocido y contra la intimidad de los más indefensos. No es un juguete por mucha capacidad de control parental que creamos tener. Y a pesar de todo, la avalancha es incontenible y pronto todos los niños menores de 10 años tendrán su móvil. Pero, ¿alguien puede explicarme para qué lo necesita un niño de esa edad?— Sebastián Fernández Izquierdo. Petrer (Alicante).
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