“En los primeros ‘castings’ no querían ni verme porque me llamo Hiba Abouk”
Tras el éxito de la serie ‘El Príncipe’, la actriz vive entre París y Madrid centrada en su carrera en el cine y consciente de la presión por la fama y el físico
A Hiba Abouk El Príncipe le cambió la vida. Pasó de ser una actriz con papeles secundarios en series como Con el culo al aire o El corazón del océano a protagonizar una historia de amor mezclada con el terrorismo islámico que se despidió en su capítulo 31 con más de cinco millones de telespectadores. Como cualquier actriz que alcanza la fama, para ella eso supuso ser reconocida por la calle y perseguida por los paparazis. Y eso la animó a poner tierra de por medio. Pero al contrario de la mayoría de aspirantes a estrellas de cine, no ha emprendido el sueño americano. Ha seguido la estela que han dejado intérpretes españolas en Francia, como Victoria Abril, Carmen Maura o Rossy de Palma. Hoy vive entre París y Madrid.
“Ahora miro hacia atrás y estoy feliz y superorgullosa del trabajo que hicimos, porque en el momento no te das cuenta de lo que te está pasando. Fue un cambio, porque fue una serie que revolucionó la televisión y tuvo mucha repercusión. Eso siempre es positivo y hay que abrazarlo porque significa que tu trabajo está funcionando, y trabajo llama a más trabajo”, recuerda de una fama repentina de la que quiso tomar distancia. “Escogí París primero porque me encanta el cine francés, segundo porque es un idioma que domino perfectamente por mis padres, que son tunecinos, y porque en Madrid estudié en el Liceo francés, y por proximidad. Quería abrirme camino allí”, contó a EL PAÍS en un evento organizado en Madrid por Iqos, el dispositivo electrónico lanzado en 2014 por Philip Morris tras invertir 3.000 millones de dólares y que permite poder fumar tabaco sin combustión.
Sus raíces y belleza árabe son probablemente el motivo por el que le dieron el papel de Fatema Ben Barek en El Príncipe, nombre con el que dice aún hay quien la llama por la calle. En su primera película en francés interpreta a una mujer iraní que se exilia a Montreal. La actriz no cree que su físico la haya ayudado en su carrera. “A mí me han encasillado. En los primeros castings no querían ni verme porque me llamo Hiba Abouk”, asegura. “Decían: ‘Queremos una actriz española’. Y mi representante contestaba: “Lo es”. Y decían de nuevo: ‘Pero que hable español’. Y contestaba: ‘Es española’. ‘Sí, pero que no tenga acento, porque entiendo que con estos nombres…”, recuerda de sus inicios esta madrileña nacida en 1986. “A la gente le cuesta porque en España hay muy pocas actrices árabes, pero yo he seguido luchando. Hay que tener una actitud positiva y seguir trabajando Y si tienes que demostrar un poquito más por ser árabe o por ser otra cosa, lo haces y punto”.
Hiba Abouk sí cree que hay más presión en las actrices en cuanto a su apariencia. “Tienes que estar divina porque eso vende más. A mí no me molesta porque me gusta cuidarme. Y uno tiene que aceptarse como es. Mis actrices favoritas no son las más bellas, por ejemplo. Aunque sí que es un incordio que a las mujeres nos pregunten qué llevamos en una alfombra roja y a los hombres no… Pero como a mí me gusta tanto la moda tampoco me importa. Eso es muy personal. También puede ser que yo hablo desde una posición un poco privilegiada”, resume.
La moda es una de sus grandes pasiones e inquietudes, por eso se animó a desfilar en lencería para Andrés Sardá en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid del pasado septiembre o se la ha visto en las dos últimas semanas de la moda de París. “Ahora también tengo acceso a estar en sitios donde antes no podía acceder”, dice al respecto. Un diseñador la ha marcado para siempre. La actriz tiene un tatuaje con la palabra amor escrita en la característica tipografía del fallecido creador David Delfín. “Me lo tatué antes de irme a un rodar Caribe Mix a República Dominicana porque temía mucho que al volver él no estuviera. Afortunadamente no fue así. Antes de irme se lo pude enseñar, y nunca se me olvidará… No se podía casi ni mover… y se emocionó un montón. Era todo luz”, recuerda dejando a un lado la sonrisa que hasta ese momento acompañaba la conversación. “¿El lugar? En un sitio íntimo”, vuelve a reír.
Hiba Abouk no habla de su vida privada. “Entiendo que mi vida familiar y personal sea noticia para ciertos medios. Pero no me gusta”, dice quien ha sido protagonista de noticias sobre la relación que mantiene con sus padres, sobre posibles retoques estéticos o por sus sensuales fotos en su cuenta de Instagram, en la que tiene 603.000 seguidores. También por sus romances. Se la ha relacionado con Curro Sánchez, hijo de Paco de Lucía, el cantaor Nani Cortés, con su compañero en El Príncipe Álex González y ahora con el controvertido rapero francés Joey Starr. “Entiendo que suscite curiosidad a ciertos medios, pero igual que lo respeto ellos tienen que respetar que no les voy a contestar. Si se quieren inventar la noticia o poner un titular… yo les dejo, nunca he puesto ninguna demanda”, sentencia. Ya ni siquiera desmiente las informaciones. “Jamás me he pronunciado porque no quiero entrar ahí, quiero hablar de mi trabajo”. Hoy eso significa dos películas pendientes de estreno y vivir centrada en el cine, aunque el paso de la televisión a la gran pantalla no es tan fácil, asegura. Eso sí, ahora ya no se esconde, cruza la calle o se mete en el primer taxi que pasa cuando ve un paparazi por la calle. A veces incluso les saluda.
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