La calle se ha ganado un lugar propio ya en la ruta de compras y tiendas 'alternativas' de la ciudad.Fotos: María SánchezSituada entre la Calle Toledo y la Plaza de Cascorro, la Calle Santa Ana ha cambiado su aspecto en los últimos meses. Luce nuevo 'look' y han abierto allí muchas tiendas y negocios nuevos que conviven con míticos bares de las mañanas de domingo del Rastro.Los negocios de la zona han desarrollado un logo y una imagen propias para la calle, como han hecho otras zonas comerciales europeas como Carnaby Street.Galerías de arte y anticuarios (distintos a los que encuentras en el Rastro) son un buen plan para curiosear una mañana de domingo.La calle, dividida en dos tramos, es un bazar de sorpresas y descubrimientos, a la que ir con todos los sentidos bien despiertos.En algunos casos, lo castizo y lo moderno se dan la mano y se entienden muy bien.Las tiendas de ropa 'vintage' que proliferan por barrios como Malasaña o Chueca también han encontrado un lugar perfecto en esta calle.En la calle también han encontrado su espacio diseñadores emergentes, que exhiben sus creaciones. Si tienes curiosidad, puedes hablar con los artistas que están por allí, para que ellos mismos te expliquen sus creaciones.La calle Santa Ana es una prolongación del Rastro, que se extiende entre Cascorro, Ribera de Curtidores y la Calle Toledo, y que es uno de los principales reclamos para turistas, curiosos y amantes de lo clásico para las mañanas de los domingos.
