Fui al programa de Risto para conocer a Fernando Arrabal (Parte 1)
Me invitaron, junto con Fernando Sánchez Dragó e Ylenia, porque dicen que soy su heredero, “un rebelde del arte”, y porque me envía felicitaciones en Navidad
Se acerca la Navidad otra vez y espero que como cada año se repitan dos cosas: mirar con desprecio a la gente que hace cola en Doña Manolita, sentirme superior a ellos y cuando los vea en el telediario celebrando su premio decir lo de “nada, que el 40% se lo lleva Hacienda, es más un premio de la Primitiva semanal”. Y, por supuesto, mi felicitación anual navideña de Fernando Arrabal. Son mis tradiciones navideñas. Recibo un mensaje hace unas semanas, de alguien desconocido. Me mola abrirlos pensando que es o alguien nuevo que me admira o alguien al que debo dinero y no me acuerdo. Esta vez es otra cosa. Me escriben de Cuatro, de Chester el programa de Risto para participar en él… De primeras me parece guay, me alimenta el ego como si fuera un mensaje de admiración y creo (erróneamente) que me va a servir para pagar mis deudas anónimas. El mensaje anónimo perfecto vaya.
"Les comento que soy todo lo rebelde que se puede ser cuando vas a ir al plató en bus y que además te lo van a tener que pagar tus padres"
Hablo con ‘la gente de la tele’ y me cuentan que no me van a entrevistar a mi, sino a Fernando Arrabal, que conocen mi historia navideña y amistad no reciproca con él y que esta vez sí… nos quieren juntar en el plató y que así le cuente mi historia con sus mails y le diga que soy su heredero. El “nuevo rebelde del arte”, me dicen. Les comento que soy todo lo rebelde que se puede ser cuando vas a ir al plató en bus y que además te lo van a tener que pagar tus padres, más que un James Dean conduciendo un descapotable fumando un cigarro mientras huye de la policía, soy un Forrest Gump comiendo bombones mientras espera al autobús, y encima leyendo las calorías para mantener tipín. Pero bueno, si dicen que esto es ser un rebelde pues soy un rebelde.
También me dicen que soy el nuevo artista surrealista y una cantidad de alabanzas algo desconcertante cuando no te las dice alguien que no quiere ligar contigo ni te va a pedir dinero, es extraño, noto un cierto punto de admiración al que no se bien responder, y más acostumbrado a responder a todo con un “ytúsubnormaldemierda”. Nos hemos criado en Internet, sabéis cómo suelen ser las conversaciones online con desconocidos.
El caso que después de aclárame que una vez más no voy a cobrar caché (lo que viene a ser que no voy a ver ni una mísera peseta) y que sólo me pagarían el desplazamiento (cosa que tampoco fue así) accedí y pensé: “Vivo a 40 minutos del plató pero voy a ir a Villaviciosa de Odón en barco. Como sea, pero me lo cobro”. Me vine muy arriba la verdad, pero como buen Forrest al final fui en bus. Iba a vender mi alma a la tele, y encima la iba a vender al peso. El rodaje será en unas semanas y tengo que escribir mi especie de guion. Escribo y mando. A la gente de la tele todo le parece bien pero siempre añaden un: ”me encanta… pero habla más sobre…”. Al final hablo con la gente de la tele casi a diario, hablo con ellos más que con nadie, más que con mi madre, he tenido parejas serias con las que he hablado menos por teléfono. Hablo tanto con ellos que cuando no me llaman pienso “¿le habrá pasado algo?” , “¿por qué ya no me llama?, “¿habrá encontrado a alguien mejor”.
"Llego pronto a los estudios Picasso y me comentan que en la entrevista habrá tres intervenciones: Fernando Sanchez Dragó, Ylenia y la mía..."
Tras tanta comunicación llega el día, el rebelde de la parada de bus va a encontrarse con el líder de la minoría silenciosa, realmente no estoy nervioso aunque ni yo ni nadie sabemos por dónde va a salir Arrabal al oír mi historia… bueno realmente nadie sabe por dónde va a salir en ningún momento. Es un tipo impredecible. Llego pronto a los estudios Picasso y me comentan que en la entrevista habrá tres intervenciones: Fernando Sanchez Dragó, Ylenia y la mía… a alguien le pareció buena idea mezclar a Dragó a Arrabal, Risto, Ylenia y mí, el rebelde que pide la paga… En fin, me dicen que Ylenia y yo estaremos en el publico sentados con la gente, me ponen el micro, no sé si alguna vez os han puesto un micro, pero de repente un grupo de gente a la que acabas de conocer te empieza a meter la mano por debajo de la camisa sin siquiera mirarte a los ojos, es como Eyes Wide Shut, pero sin el glamour porque suelen ir en chandal.
Ya con el micro y la violación de mi zona de confort aún reciente me siento en el público (esto suena un poco feo) pero el público esta compuesto por señoras y una excursión. Un muestreo de España bastante peculiar. Estando sentado me llaman para ir a maquillarme y hacerme pruebas de micro, es extraño el efecto micro, al ver que yo tengo micro el publico de mi alrededor pasa de no hacerme ni caso a hacerme fotos porque dicen, en voz baja, “no se quién es pero será alguien”. El micro te hace ser alguien, la chica de al lado me dice que “qué bien estar a tu lado porque cuando te enfoquen yo también saldré”. no voy a juzgar a la gente, yo iba a vender mi alma por cero euros, iba a arañar unos minutos de tele para que a mi madre la parasen en el supermercado y la dijesen “he visto a tu niño en la tele”. No soy mejor que ellos solo estoy mejor maquillado.
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