Justin Timberlake: “Siento una gran afinidad por las mujeres por el amor que les tengo”
El artista, elegido para actuar en la Super Bowl, prefiere hablar del poder femenino que entrar en el debate sobre Harvey Weinstein
A Justin Timberlake la vida le sonríe. Estrena nueva película, está “cocinando” un nuevo álbum y ahora cuenta con una segunda oportunidad en la Super Bowl para redimirse del escandaloso momento que protagonizó junto a Janet Jackson hace más de una década. Pero todo esto son minucias para una estrella que, según sus palabras, está viviendo un momento en el que se “derrite por nada”. “Todo me enternece. Se me saltan las lágrimas por todo”, afirma a EL PAÍS exultante de felicidad. Más allá de sus logros artísticos habla de su quinto aniversario de boda junto a Jessica Biel, su mejor amiga y la mujer que le enseñó “lo que es el verdadero amor” como confesó hace unos días a sus 46,5 millones de seguidores en Instagram. “Hago todo lo que quiere mamá”, afirma en referencia a la madre de su hijo Silas Randall, de dos años medio. “Te reirás pero solo me he dado cuenta recientemente de que soy padre. Y estoy encantado”, se sigue riendo como un chaval con juguete nuevo.
Parece un crio el que con Ryan Reynolds o Britney Spears despuntó como uno de los mousketeers del Disney Channel y que lleva media vida creciendo delante de las cámaras como cantante, actor o, simplemente, estrella. Alguien que como muchos otros niños prodigio podía haber acabado en la cuneta. Pero Timberlake, de 36 años, no hace más que crecer, aparentemente sin mancha. “Puedo sonar como un niño mimado pero me debo a mí mismo el derecho a trabajar con aquellos que significan algo para mí”, reconoce.
Habla especialmente de sus trabajos junto a David Fincher en La red social, con los hermanos Coen en A propósito de Llewyn Davis y ahora con Wonder Wheel junto a Woody Allen. “Me meé un poquito en los pantalones”, admite juguetón pero sin ocultar su admiración por el director neoyorquino. Reconoce que se toma su carrera como actor muy despacio. “Pero lo mismo digo como cantante. Mi primer álbum solo salió en 2002 y en 15 años solo he sacado tres, cuatro técnicamente hablando”, insiste sobre una carrera lenta pero triunfal, al menos a la hora de los premios. Ha estado nominado 29 veces al Grammy, galardón que ha conseguido en 10 ocasiones. También ha ganado cuatro premios Emmy y estuvo nominado a dos Globos de Oro. El Oscar aún no lo ha tocado pero este año bailó en su honor junto a Meryl Streep. “Al menos técnicamente. Con ella y con una sala llena de gente que idolatro. De esos que o les rindes pleitesía o les sacas a bailar. Hice las dos cosas”, recuerda sobre su paso por la última gala de los Oscar.
Sin embargo, estos días se habla más del punto más bajo de su carrera, cuando un error de vestuario hizo que dejara al descubierto el seno de Janet Jackson mientras actuaba junto a ella en la Super Bowl de 2004, el evento de mayor audiencia en EEUU. Su carrera nunca se vio afectada por un incidente retransmitido a 140 millones de espectadores que no fue culpa de nadie. La de Jackson no volvió a levantar cabeza.
En el Hollywood actual que finalmente defiende el empoderamiento de la mujer, lucha por la igualdad y se rasga las vestiduras ante los abusos sexuales que están saliendo a la luz, el recuerdo de aquel momento devuelve el denostado sentimiento de machismo, racismo y desigualdad de la industria. Timberlake habló con este periódico antes de conocer su nueva oportunidad en la Super Bowl pero la polémica no entra en su discurso. “No quiero trivializar el momento”, responde a preguntas sobre los recientes escándalos que rodean a Hollywood y especialmente al productor Harvey Weinstein. “Pero diré que llevo en esta industria la mitad de mi vida, soy hijo único criado por mi madre, felizmente casado y espero algún día tener una hija. Siento una gran afinidad por las mujeres dado el amor que tengo por aquellas que me rodean”, defiende esperanzado. “Y lo que veo es una energía que está empoderando a las mujeres. Prefiero mirar la cara positiva de este momento tan terrible”, añade aún consternado con los abusos y violaciones que se están denunciando en la industria a la que tanto debe.
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