Delito de tontería

Me han concedido una plaza en pisos tutelados de la Comunidad de Madrid por mi situación económica y edad. Fatigado de mudarme de viviendas en pisos compartidos sobreocupados, siempre había tenido una habitación individual para refugiarme en mi privacidad, que es lo que uno necesita a cierta edad, aunque la fortuna le haya resultado esquiva. Pensé que ya podría estar tranquilo, pero resultó que los pisos en cuestión tienen solo un dormitorio en el que hay dos camas, un pequeño armario para la ropa y nada más. Eso sí, hay un excelente salón, una cocina totalmente equipada y además cuenta con aparcamiento. Yo me pregunto a quién se le ocurre que una persona mayor y sin recursos necesite tantos lujos y, sin embargo, carezca de un dormitorio individual. Pedí que se nos permitiera convertir la sala en dormitorio y me fue negado, pregunté qué debo hacer con las pocas cosas que me han quedado y me sugirieron que alquilase un trastero. Desperdicio de superficie y dinero, desconocimiento de las necesidades de los usuarios. Espero que no se le ocurra a alguien agregar una pista de tenis, una piscina olímpica o poner en la sala un piano de cola.— Jacobo Mario Grodek. Madrid.