El vestido del baile presidencial de Melania Trump ya está en el museo
La primera dama de EE UU cumple con la tradición y su traje forma parte de la colección 'Primeras Damas', una de las que despierta más interés en el museo Smithsonian de Washington
Guste o no, son ellas las que más miradas atraen a la hora de analizar su vestimenta y cómo influye en su papel de primeras damas y en los armarios de muchas otras ciudadanas del mundo que buscan inspiración en el estilo de un personaje famoso y, en este caso, ligado al poder de Estados Unidos.
Melania Trump ha cumplido con la tradición y ha donado a la Colección Primeras Damas del museo Smithsonian en Washington el vestido blanco de seis capas y sin hombros que ella misma diseñó junto a Hervé Pierre (antiguo director creativo de Carolina Herrera) para abrir el baile presidencial el 20 de enero, día en el que su esposo fue investido máximo mandatario del país.
“Tenía una idea muy precisa de lo que quería para una noche tan histórica”, ha dicho Melania Trump en la ceremonia de donación del traje. Un hecho destinado a mantener el glamur propio de la meca del cine, pero también a contribuir a la historia que permite hoy y, lo hará en el futuro, interpretar el lenguaje no escrito que trasmite la moda a lo largo del tiempo.
La exhibición Primeras Damas es una de las colecciones más visitadas del museo de la capital estadounidense. Se trata de un archivo que comenzó en 1912 con el vestido de Helen Taft y que cuida todos los detalles para que los 27 que la conforman luzcan impecables. Por ejemplo, el traje de Melania Trump lucirá sobre un maniquí que tiene sus mismas medidas, una ayuda para que las prendas representen lo más fielmente posible cómo las llevaron sus propietarias originales.
Pero la Colección Primeras Damas cuenta, además de con los vestidos, con más de 1.000 objetos que reflejan cómo han vivido y cuál ha sido la contribución de las primeras damas estadounidenses a la historia del país. Helen Taft, esposa de William Taft, y primera en apoyar el voto de la mujer, fue quien inauguro esta costumbre. Su elección de donar a la colección el vestido que había usado para la investidura presidencial de su marido en 1909 comenzó, así, una tradición cuya ceremonia empezó siendo muy sencilla y que con el tiempo se ha ido convirtiendo en un evento pensado para los medios y para aumentar la fama del museo que acoge la muestra.
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