Hablamos con el nuevo MacGyver, el chico Disney que odiaba 'Hannah Montana'
Lucas Till dice estar harto de las pelis de superhéroes (fue un X-Men) y sueña con dirigir a Penélope Cruz
No es el rudo Richard Dean Anderson de la mítica serie de los 80. Lucas Till (Texas, 1990) tampoco es de esos entrevistados que te pregunta, más por educación que por interés real, de dónde eres o qué tal estás. Mientras esperamos a que la segunda temporada de MacGyver se estrene en España, el actor se sienta y empieza a vaciar sus bolsillos. Deja sobre la mesa una cartera de piel, rebosante de billetes de 50 euros que asoman, cuidadosamente doblados. En una especie de ritual, continúa con una bolsa con cremallera que abre decidido bajo mi atenta mirada. De ella saca una consola, con dos mandos individuales. Muy pro. No sólo me veo hipnotizada por sus movimientos. Cuando me quiero dar cuenta he puesto la cámara de mi iPhone a grabar. Me parece fascinante.
Lucas Till sonríe a la cámara, se muerde el labio y posa con una postura de rapero macarra. Cree que le estoy haciendo una foto. Le parece bien. “Paso mucho tiempo en los aviones”, se excusa cuando coloca la PSP sobre la mesa. Mi sonrisa es la del gato de Chesire. Su maravillosa despreocupación es contagiosa. No sé de qué otro bolsillo de sus vaqueros, como del sombrero de un mago, aparece un móvil tamaño XXL. Me pregunta si le puedo hacer una foto para subirla a sus redes sociales. La entrevista no ha comenzado aún, pero parece como si nos conociéramos de toda la vida. Será porque le toca defender la nada fácil reinterpretación de uno de los personajes más icónicos de la televisión. O porque, como demostrará por sus palabras, está más orgulloso de este adictivo reboot que de haberse podido encasillar por culpa de Hannah Montana.
MacGyver lo mismo desarmaba un misil con un clip que hacía una virguería con un chicle y su famosa navaja suiza. Era un auténtico manitas, a ti, ¿qué se te da bien?
Puedo hacer muchas cosas bien, pero ninguna la hago de forma excepcional [se lo piensa]. Mi padre cocina muy bien y me enseñó. Llevaba como un año preparando platos muy chulos, como coliflor, costillas… pero empecé MacGyver y por falta de tiempo lo dejé. Si vuelvo estoy seguro de que podría convertirme en un gran chef.
¿Producir tres películas, la primera sólo con 21 años, no se te ha dado bien?
[risas] Invertí mi propio dinero en la primera película que produje (All Superheroes Must Die, 2011), pero una y no más. No lo haría de nuevo. En un futuro, lo que sí me gustaría es dirigir, aunque llevará su tiempo porque quiero tener a mi alrededor a la gente adecuada y porque, por ahora, hay mucha más gente con más talento que yo para hacerlo.
"Me dio mucha vergüenza tener que presentarme al casting para hacer el papel de Hannah Montana. Tenía 17 años, no tenía trabajo y no quería ser parte del proyecto"
¿Y a quién elegirías como protagonista para tu debut como director?
Sin duda a George (Eads), mi compañero en MacGyver [y conocido por ser el mazado Nick Stokes de CSI: Las Vegas]. El actor con más talento y más apasionado con su trabajo que conozco. ¿Si fuera español? [da un grito] Penélope Cruz… por razones obvias.
Tu primer papel más relevante fue como el hermano pequeño de Johnny Cash en el filme En la cuerda floja (2005), con la que Reese Witherspoon se llevó un Oscar. Después rodaste la película de Hannah Montana, con Miley Cyrus. ¿Pensaste que te podría encasillar como chico Disney?
Ahora ya no lo siento así, pero me dio mucha vergüenza tener que presentarme al casting para hacer el papel de Hannah Montana. Tenía 17 años, no tenía trabajo y no quería ser parte del proyecto. Cuando se estrenó la película, mis agentes me animaban diciéndome que iba a dar el pelotazo. Pero finalmente me encasilló, tanto que cuando hice una prueba, el director de casting prácticamente se burló en mi cara, pensando que no podía ser capaz de hacer otro tipo de personaje.
Se equivocaba –a pesar de rodar el videoclip You Belong With Me, haciendo de novio de Taylor Swift–, porque luego llegaron los X-Men, sus secuelas y tu habilidad especial como Kaos para lanzar aros de fuego. ¿Qué piensas de las películas de superhéroes?
Creo que han explotado tanto las películas con superhéroes, que las han hecho tan para todos los públicos, que sólo interesan a los niños. Los adultos están ya hartos. Por un lado, sí, estoy cansado… pero luego ves una película como Logan, y bueno, ¡guau! es fantástica. De repente hacen cosas muy buenas.
Y en 2016 te conviertes en Angus MacGyver. ¿Qué sabías del personaje?
Que MacGyver es un icono lo sabía por culpa de mi padre [teniente coronel del ejército] que se ha visto todos los episodios de la serie. Mi padre sí que es MacGyver. Nos hacía todos los trabajos del colegio a mi hermano y a mí. Continuamente me insiste para que les diga a los productores que incluyan en la serie alguna de sus muchas ideas. Pero realmente la que más me ha enseñado es mi madre, que es directora técnica de un laboratorio medioambiental. Me he pasado toda mi vida escuchando esas palabrejas químicas imposibles que sigo sin entender cuando las digo en la serie.
Hablas mucho de tus padres. ¿Qué recuerdas de tu infancia, qué posters colgaban en las paredes de tu habitación?
No lo recuerdo bien. Tenía, sobre todo, dibujos japoneses, anime. Si llego a colgar un póster de Lindsay Lohan o de algo así, mi madre lo hubiera arrancado de la pared y mi padre se hubiera reído de mí.
"Creo que han explotado tanto las películas con superhéroes, que las han hecho tan para todos los públicos, que sólo interesan a los niños. Los adultos están ya hartos"
¿Te has sentido presionado por lo que podían pensar los espectadores que vieron la MacGyver original?
¡Claro! La gente insiste en recordármelo siempre que puede [risas] Antes de rodar la serie, vi la primera temporada de la original, escogí lo mejor del personaje de los 80 y lo uní a lo mejor que podía ofrecer yo. Creo que la gente más mayor está encantada por recuperarlo y que son los de 30 los más cínicos, los que me lo ponen más difícil. Me dicen que son fans del original, pero que no lo hago tan mal.
La serie cuenta con escenas peligrosas, ¿alguna con la que la hayas pasado canutas?
Con una que rodamos en el tercer episodio de la primera temporada. Hay una escena con un edificio quemándose, con unas llamas altísimas, todo lleno de humo, y resulta que no había la ventilación adecuada. Nos pusimos las mascarillas que luego nos quitábamos para rodar, cuando descubrimos que las máscaras se estaban derritiendo. Todos tuvimos que salir corriendo del edificio. ¡Pero, luego, te da mucho subidón ver lo que acabas de hacer!
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