_
_
_
_
Tentaciones

Estrenamos el tráiler de la nueva película del cantante de Manos de Topo

'Quiero lo eterno' es una historia de adolescentes 'outsiders' que viven en otra realidad (Ultraexistencia). Hablamos de ella con su director, Miguel Ángel Blanca

Miguel Ángel Blanca es mucho más que ese tipo de pelazo cuasi-afro y timbre irritante que gritaba entre sollozos aquello de "que te vayas con otros que no hacen ni la mitad por ti es feo". En paralelo a su carrera como cantante del grupo Manos de Topo, el sabadellense se ha construido una reputación infalible como director de documentales (ganó el In-Edit Film Festival con Un lloc on caure mort) y obras de teatro (Después de la generación feliz, Festa de balls per salvar el món...) inclasificables.

Miguel Ángel Blanca es mucho más que ese tipo que siempre responde con un "jojojo", bajista de Salvaje Montoya y fan del Doutor Slump que una vez soñó que me regalaba un vinilo de punk y yo lloraba tanto de la emoción que se angustiaba. Fue mi primer invitado en un programa de tertulias absurdo, va a llamar a su primer hijo Nikolatesla y el próximo mes presenta en el Festival Internacional de Cine de Gijón su nueva película 'Quiero lo eterno'. Como para no quererle un poco.

Los protagonistas de la peli son un hallazgo. ¿Cómo los descubriste?

En el Freedonia de Barcelona. Fui a ver a Coàgul y tocaron ellos antes. Era algo destartalado y sin sentido. Hay en ellos una amalgama muy extraña de etiquetas, conceptos, incoherencias de discurso. Supongo que es Internet. Demasiada información como para afianzar cualquier discurso. De todas formas, esa actitud ayudó a llevar a cabo la película.

David Medina

¿Qué es lo que más te atrajo de ellos?

La verdad es que su concierto fue como una pesadilla. Nada avanzaba hacia ningún lugar, era un vacío, sentí miedo. Como que en cualquier momento me podrían clavar un cuchillo. Esa sensación de peligro. Y lo bueno es que era como si estuvieran allí solos. Les daba igual cualquier abucheo, hacer el ridículo o no tener nada que aportar. Habían creado una realidad alternativa propia que les hacía invencibles. Y eso es de lo que va la película.

Pero, ¿de qué va? En la sinopsis dices: “La banda avanza a través de la oscuridad de una ciudad deshabitada. Solo parecen preocupados por destruir el pasado y quemar las raíces…" Demasiado abstracto.

Es que es eso. Una abstracción. Va de un grupo de adolescentes outsiders que emprenden un viaje para encontrarse a sí mismos en otra realidad. El mundo está deshabitado y ellos destruyen todo lo que se encuentran en su camino. Va de encontrar un arma con la que viajar. Es una sensación que entendí gracias a ellos. Y así lo trabajamos. Creamos una realidad alternativa en una casa en el campo y empezamos a fantasear con tramas, escenas e improvisaciones a partir de situaciones que yo había vivido con ellos durante los cinco meses que me fui de fiesta con ellos por Barcelona.

¡Cinco meses de fiesta con ellos!

No cinco meses seguidos. Durante cinco meses. Los conocí por abril y rodamos en octubre del 2016.

Eres el clásico director viejo entre adolescentes.

Totalmente. Sin problema. Lo acepto: soy un viejo intentando entender a adolescentes. Uno de ellos me preguntó: “¿Por qué estás aquí con nosotros hablando de trap y no te vas a formar una familia?”. En realidad era como una excusa, de nuevo como una terapia para pasar a la siguiente pantalla.

"Uno de ellos me preguntó: ¿Por qué estás aquí con nosotros hablando de trap y no te vas a formar una familia?"

Eres el nuevo Larry Clark.

No. Cero. En la peli no hay sexo ninguno. Siempre que veo pelis de Larry Clark me lo imagino obligándolos a hacer escenas sexuales que ellos no quieren. Convenciéndolos. Todo el mundo a mi alrededor me dice que qué hago con estos tipos, que a qué juego... ¿Me vas a juzgar tú también, Iago?

Eres Infiltrados en el instituto 3.

Jojojo. No vi esa peli. ¿Está bien? Vi la de Nunca me han besado y aluciné. Vaya peli, tú. Cuando los actores viejos hacen de adolescentes es increíble. Es como un pacto extraño. O como en las pelis que la prota se pone un bigote y ya todo el mundo piensa que es un hombre. Ese código.

Tú prefieres hacer películas difíciles, meterte en líos. 

¿Sabes esa sensación de freejazz de tirarse a la piscina? De no negar nunca la aventura. De no pensar todo el rato en lo que puede ser negativo de perderte en la noche. Si me preguntas por esos jóvenes y por lo que le veo virtudes al trap, es esa capacidad de prueba-error de generar constantemente cosas. Yo soy muy así. Generar cosas, vomitar todo el rato, cagarla, siguiente pantalla.

Hablas como si vivieras muy al límite.

Hablo de haberle "perdido el respeto" a ciertas cosas, atreverte con todo aunque hagas el ridículo. De hecho, los Generación Genética me tocaron fuerte porque me recordaron a un grupo que tenía yo hace años que se llamaba Dead Man on Campus. Era salir al escenario a hacer el loco. Eso siempre quedó ahí y los dos actores que salen en la peli con los chavales, Cristian Subirà y Alberto Flores, estuvieron conmigo en Dead Man on Campus. El flow de “¡todo para adelante que nos divertimos seguro!”

Tendrás buenas anécdotas de rodaje.

El primer día que fui con ellos me llevaron a la terraza de casa de sus padres a beber latas. Cuando aparecieron se pensaron que "el hombre de las barbas" era el camello y fuera de su casa. En fin. Realmente era muy Cero en conducta. También me contaban traumas suyos: ¿Recuerdas cuando quemaron a una mendiga en una Caixa en Sant Gervasi en Barcelona? Unos chavales la quemaron.

Claro que lo recuerdo, dormía en un cajero y la rociaron con disolvente.

Pues dos de ellos vivían en ese bloque. Tendrían ocho años y se les quedó ese olor a carne quemada. Vi que estaban traumados con esa historia y la repetimos en la película. Hablar de ello y después quemar a un tipo. Está grabado. Pasé miedo al rodar esa escena. Como un trauma que se torna fantasía. Es curioso cómo te hablan de eso de una forma tan analítica. Yo nunca tuve tan claros mis traumas como los tienen ellos.

Nos adelantan estos jóvenes.

Poca broma. Son muy listos. Cuando se fueron a vivir como vagabundos a Portugal solo se llevaron libros en la mochila. Tienen mucho magnetismo, los cabrones. Si vienes a Barcelona te los presento. Me recuerdan que puede que haya otras formas de hacer las cosas. Son unos zumbers en realidad. Pero ¡puro carisma, amigo! ¿Cuántas veces has luchado por tener carisma, Iago?

Es algo que tienen en común con el protagonista de tu documental Un lloc on caure mort, ¿no? Zumbers con carisma.

Y también tienen en común una forma particular de tirar hacia adelante. Tener como una filosofía particular, aunque sea un puto desastre mantenerla.

¿Por qué es tan desastre su filosofía?

Porque es inviable. Me acuerdo un día que ayudé a uno de ellos con alguna burocracia porque no era capaz. El tipo me decía "por favor, acabemos con esto ya, quiero salir de esta realidad”. Tiene su propia realidad, viajan por otras realidades... lo que ellos llaman la Ultraexistencia. Crear una realidad aparte, totalmente desvinculada de lo que nosotros entendemos por mundo real. Todo eso fue lo que viví con ellos. Y en la peli pusimos en práctica eso, viajando a esa Ultraexistencia: ese lugar que han creado ellos. Odian el mundo, se odian a sí mismos y se autoboicotean.

"Lo que no me gusta de las pelis es todo el dispositivo que se monta alrededor: la lentitud, los sets, el pijerío, el tedio"

Si uno de esos jóvenes fuese tu hijo, ¿qué sentirías?

Estaría realmente preocupado. Pero a la vez sentiría algo de envidia. Y orgullo.

Has vuelto a trabajar con actores no profesionales.

Sí todos menos una chica medio pro... Necesitaba un topo que me permitiera volver a La Tierra en mitad de la locura de los chavales. La actriz tenía una directriz en cada escena por si todo se torcía, ella me ayudaba a volver. Nina Mirez se llama. Es la que quema a la Mona Lisa. Una misión por escena, vaya... No siempre.es divertido trabajar con actores. Me gusta conocer a gente y meterlos en problemas. Escribirles escenas que cuadren con ellos mismos. ¿Sabes esa sensación de ver una peli y ver "un actor haciendo de”? Eso tan desagradable, que te saca de cualquier peli. Pues el otro día vi Mother y es increíble, todos los actores "haciendo de". Da vergüenza pura. Ahora estoy haciendo una peli sobre Magaluf y lo más divertido es encontrar a personajes increíbles que están por ahí para darles papeles.

¿También hay amateurs en el equipo técnico?

El director de foto y cámara, que no se dedica al cine, no tiene el maligno inside. Lo descubrí por Vimeo y me quedé flipado. Es gallego como tú, por cierto. Vive en Tarragona. Y me enamoré de él. Nunca había estado en un rodaje. En realidad, ahora que lo pienso, este rodaje fue una puta fiesta brutal. No me creo que todo saliera bien. Recuerdo que les dije “amigos, nos vamos a la montaña de fiesta y de paso grabamos una peli. Si sale bien, guay, sino pues nada, risas”. Y el tipo este dijo “¡sí!”. Su nombre es Jordi Díaz y es un absoluto desconocido.

Entonces, para entendernos, ¿lo que haces son documentales pero los llamas pelis?

Yo ya no sé la diferencia. Es algo que se hace mucho ahora. ¿Has visto Bugarach? ¿La Plaga? Todo personajes reales enrolados en una trama y escenas que les son familiares. Lo que no me gusta de las pelis es todo el dispositivo que se monta alrededor: la lentitud, los sets, el pijerío, el tedio.

Pregunta importante. ¿Ya no sigue Manos de Topo?

¡Nada de grupos! Aunque ahora quizá monte un grupo con un minidisc. Como Jonh Maus en directo, cantando y dando voces con un minidisc en el suelo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_