7 fotosNiños hambrientos, adolescentes armados... en Sudán del SurPalabek, en el norte de Uganda, es el último campo de refugiados que la ONU ha levantado en ÁfricaJavier SaurasSudán del Sur - 29 sept 2017 - 07:49CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceSeis millones de personas viven en Sudán del Sur en una situación de grave inseguridad alimentaria.Javier SaurasLa guerra, que impide el comercio y empuja a los agricultores lejos de sus campos, es la principal causante, junto a la sequía, de la inseguridad alimentaria. De los 12 millones de sursudaneses, más de la mitad está en riesgo. Entre ellos, hay un millón de niños gravemente malnutridos.Javier SaurasMary Akongo representa la lucha de muchos de los desplazados internos. Madre soltera de 28 años, y con tres hijos a sus espaldas, esta mujer trabajaba haciendo labores de limpieza en las oficinas administrativas del condado de Ikotos, cerca de Pajok, hasta que le alcanzó la guerra. “Me gustaría poder cultivar, pero apenas tenemos semillas, y las lluvias se están retrasando,” explica.Javier SaurasAl puesto fronterizo de Tseretenya llegó Peter Chol, agricultor, con toda su familia. Son una veintena de personas, entre las que hay varios bebés y algunos ancianos. El camino ha sido despiadado para ellos. Cargados con ollas y mantas, se lanzaron hacia Uganda en cuanto les llegaron noticias sobre el nuevo campo de refugiados de Palabek.Javier SaurasPalabek, en el norte de Uganda, es el último campo de refugiados que la ONU ha levantado en África. Este asentamiento narra el capítulo más reciente de la tragedia sursudanesa, una crisis que ha obligado a 3,8 millones de personas a abandonar sus hogares.Javier SaurasEl plan de acogida de refugiados de Uganda se encuentra al borde del colapso. Esta república del África oriental está a punto de superar el millón de refugiados. El resto de países vecinos también comparten la carga. Entre Sudán, Etiopía, Kenia, la República Centroafricana, y la República Democrática del Congo, se reparten 800.000 sursudaneses huidos.Javier SaurasPara Robert Ocan la huida es un acto reflejo, un gesto entrenado en la tragedia. Ocan nació en Sudán del Sur hace 33 años, pero creció en un campo de refugiados en el norte de Uganda. Sus padres huyeron de Pajok escapando de la última guerra de independencia: un conflicto que duró 21 años, y en el que Kiir (hoy presidente) y Machar (ex vicepresidente) lucharon hombro con hombro contra el Gobierno árabe de Jartum. “Creí que tras la independencia se acabaría la guerra. Nunca pensé que volvería a un campo de refugiados,” reconoce.Javier Sauras