Soy nación
Ayer me constituí en nación-Estado unipersonal. Sometí a referéndum la propuesta que aprobé unánimemente. El territorio es el espacio que ocupo (incluida mi sombra) y mantengo vigentes todos mis derechos humanos y los adquiridos de mi anterior nacionalidad (a la que no renuncio). He previsto Legislativo y Ejecutivo propios (no el Judicial, pues no preveo conflictos conmigo mismo). Adopté una Norma Fundacional obligatoria que, a falta de Boletín Oficial, publiqué en una conocida red social. Entró en vigor ayer, aunque con efectos retroactivos para todo aquello que me resulte ventajoso. Nadie la ha impugnado y tengo varias peticiones de nacionalidad.— Ignacio Alonso Martínez. Madrid.
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