3 fotosEl Rincón del Lector: “Nunca fue tan necesaria la defensa de la democracia en Cataluña”Los lectores de EL PAÍS muestran su descontento ante lo ocurrido este miércoles en el Parlamento catalánCartas a la Directora08 sept 2017 - 11:25CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceLo vivido en la votación sobre el referéndum y su manera de proceder, Sra. Forcadell ha sido lamentable, vergonzoso y bochornoso. Es realmente una dictadura, una tiranía su forma de proceder. Usted se ha retratado y ha mostrado su prisa en declarar la independencia, aprovechándose de la debilidad del gobierno central. Contra la opinión de los expertos juristas, sin ningún respeto a la oposición, sin la firma del secretario. Es decir, saltándose las normas más esenciales del Parlament y arrasando todo lo democrático.José Luis Luria (Barcelona) Foto: Manu Fernandez (AP)Como estudiante de Ciencias Políticas y de la Administración, me escandaliza que para muchos independentistas, la ley del referéndum suponga una muestra de lo que significa dotar de cimientos a un futuro proyecto político legítimo. Querer dotar de legalidad a las aspiraciones independentistas mediante la ilegalidad no es más que otra muestra de que los importantísimos procesos legislativos que sustentan un país no son en absoluto de importancia para algunos partidos políticos. Me gustaría hacer una llamada al sentido común de las personas que apoyan este proyecto, para que de verdad reflexionen si esta es la forma en la que quieren ver cumplidas sus aspiraciones.Tasio Ayensa (Madrid) Foto: Albert Garcia (EL PAÍS)¡Quieto todo el mundo! En el Parlament de Cataluña no ha entrado, pistola en mano, un guardia civil bigotudo con tricornio, ni los techos muestran los impactos de las armas sediciosas, pero en la vieja Europa se ha tratado de consumar un golpe de Estado bananero, burlando la Constitución Española y las mismas leyes estatutarias catalanas. Los golpistas dicen hacerlo ahora en nombre de la libertad, la democracia y el derecho a decidir, mientras sus cómplices políticos en el resto de España miran para otro lado o jalean el golpe. ¡Qué vergüenza!Juan Manuel Asensio (Madrid) Foto: Massimiliano Minocri (EL PAÍS)