Heisenberg y la manada de lobos
El atentado de La Rambla se ajusta a la nueva estrategia del Estado Islámico
Abu Nur Ash-Shami es un youtuber sirio que enseña a través de un vídeo, subtitulado en inglés, cómo hacer bombas caseras. Al estilo Heisenberg (el protagonista de la serie Breaking Bad), Abu Nur Ash-Shami mezcla acetona, ácido sulfúrico y agua oxigenada en un bol estampado con dibujos de kiwis y cerezas. El terrorista youtuber advierte del peligro de la operación: “Mi hermano, tienes que empezar haciendo esta sustancia en pequeñas dosis, antes de que seas capaz de producirla en grandes cantidades”, insiste mientras cocina el explosivo conocido como la madre de Satán, el preferido por los seguidores de Estado Islámico. La misma sustancia que asesinó a 23 fans de Ariadna Grande el 23 de mayo en Mánchester. La misma que provocó probablemente que saltara por los aires la fábrica de explosivos que los terroristas de Barcelona habían instalado en Alcanar.
Los jóvenes que provocaron la matanza de las Ramblas no atendieron las advertencias del Heisenber de Estado Islámico. Querían fabricar explosivo a escala industrial. Su intención era llenar tres furgonetas de bombonas de butano y de la madre de Satán para provocar en Barcelona la mayor matanza terrorista de la historia de Europa.
Estado Islámico publicó el vídeo de Abu Nur Ash-Shami el 26 de noviembre de 2016 a través de las redes sociales. En él también aparecía un exlegionario francés, Abdellilah Himich, que explicaba cómo asesinar utilizando un cuchillo y un vehículo. Era el comienzo de una estrategia que Estado Islámico puso en marcha a finales de 2016 en la que pedía a sus seguidores que dejasen de viajar a Irak y a Siria y se centrasen en atentar en sus lugares de origen.
El atentado de La Rambla se ajusta a la nueva estrategia del Daesh. Los datos que actualmente se conocen sugieren que los terroristas de las Ramblas y Cambrils formaban parte de una célula de adolescentes radicalizados por los seguidores de Abu Bakr Al Bagdadi, pero no contaban con una infraestructura de apoyo directa. A diferencia de los atentados de París en noviembre de 2015 y Bruselas en marzo de 2016, los terroristas no disponían de armas de fuego ni de explosivos elaborados: tuvieron que recurrir a fabricarlos en su precario laboratorio casero. Tampoco habían viajado a Siria o Irak, ni tenían una red de casas de apoyo. Sentían la presión de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Tuvieron que improvisar y, afortunadamente, cometieron errores de principiante que neutralizaron sus planes originales.
El atentado de Barcelona es la acción de una manada de lobos radicalizados por la narrativa y la estrategia de terrorismo low cost de Estado Islámico. Una narrativa nihilista que ha infectado la mente y el corazón de decenas de miles de jóvenes en Europa. Un virus que se prolongará al menos durante dos generaciones y que es inmune a la eventual eliminación del Califato que los terroristas han instaurado en Irak y Siria. Aprender a asesinar a cientos de personas una tarde de verano en una ciudad de Europa está al alcance de un click.
Javier Lesaca es autor del libro Armas de seducción masiva. La factoría audiovisual de Estado Islámico para fascinar a la generación millennial.
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