Eugenie Bouchard, la tenista con más éxitos en Instagram que en las pistas

El pasado 8 de agosto, Eugenie Bouchard fue eliminada al inicio de la Copa Rogers de Toronto. Es la décima vez en este año que la canadiense no supera la primera ronda de un torneo. Periodistas y aficionados en Canadá se preguntan qué ha ocurrido para que la mayor gloria del tenis de ese país vaya de fracaso en fracaso. Al mismo tiempo, Bouchard goza de gran fama, aunque por asuntos ajenos a la raqueta.

Bouchard (Montreal, 1994) ganó en 2012 el título junior en Wimbledon y obtuvo en 2013 el premio a la novata del año de la WTA. 2014 fue su año de mayor rendimiento, ya que alcanzó las semifinales del Abierto de Australia y de Roland Garros, además de perder la final en Wimbledon y de conquistar el torneo de Nuremberg. Bouchard logró la posición 7 en la clasificación de la WTA. Nunca un canadiense había llegado tan alto en cualquier categoría tenística.

De pronto, el buen juego de Bouchard perdió efectividad. En 2015 fue la número 48 en la clasificación; la 47 en 2016. Sin embargo, ese mismo año Forbes la situó como la décima deportista mejor pagada del orbe, con 700,000 dólares ganados en las canchas y 5,5 millones en publicidad, gracias a contratos con marcas de la talla de Nike y Coca-Cola. A su vez, la canadiense ha destacado en las encuestas sobre las figuras deportivas más atractivas a nivel mundial. Cambios de entrenador, lesiones y problemas de concentración en los partidos aparecen como las razones más citadas de esta crisis deportiva. No obstante, varios periodistas mencionan otro factor explicativo.

Paul Rivard, analista de tenis en Canadá, comparó a Bouchard con Anna Kournikova, quien hace unos años llamó la atención más por su físico y glamour que por sus logros deportivos. Durante todo este tiempo de sequía en el tenis, Bouchard se ha posicionado como una estrella de las redes sociales (1,5 millones de seguidores en Instagram y 1,4 millones en Twitter). Uno de los episodios más exitosos que ha protagonizado en internet ocurrió este año, en pleno Super Tazón. Perdió una apuesta en Twitter con un desconocido, por lo que tuvo una cita con él. También la tenista posó en bañador para Sports Illustrated. Frente a quienes la acusaban de descuidar sus actividades deportivas por tanta presencia en los medios, la montrealense declaraba lo siguiente a CBS Sports: "Cada vez que hago una sesión de fotos, todo el mundo me dice: regresa a la cancha de tenis. Pero yo practico seis horas al día. Vivo bajo esas críticas desde hace años. Estaría loca de no beneficiarme de todo esto. Soy una tenista y siempre ha sido mi prioridad número uno. Pero si tengo un poco de tiempo para hacer otras cosas, ¿por qué no?".

Actualmente Bouchard sale con Jordan Caron, jugador de hockey de los Chicago Wolves, y ocupa el puesto 70 en la clasificación mundial. Tras su reciente derrota en Toronto, respondió a un periodista: "La gente no sabe lo que vivo y cómo son mis jornadas. Mi carrera deportiva y mis actividades profesionales ligadas a mis patrocinadores son cosas muy diferentes. Nada tienen que ver con mi desempeño".

¿Tiene Bouchard la libertad de proyectar a todas horas belleza y carisma? Unos dicen que sí, pero otros recuerdan sus brillantes actuaciones tenísticas y quisieran verla otra vez entre las mejores del mundo. Muchos canadienses esperan que corrija el rumbo, aunque curiosamente, la deportista no cuenta con amplio apoyo en Quebec, su provincia natal. La razón es muy sencilla: Bouchard prefiere expresarse en inglés. Además, en una rueda de prensa señaló sentirse afortunada de no hablar francés con el característico acento quebequense.