‘Flower power’
Cada verano pienso que la isla [Formentera] se hundirá bajo el peso del famoseo, el cotilleo y la masificación
Llegué a Formentera con las imágenes aún de Cristiano Ronaldo abordado en las aguas cristalinas por la Agencia Tributaria y temiendo lo que me podía encontrar. Cada verano pienso que la isla se hundirá bajo el peso del famoseo, el cotilleo y la masificación. Confirmó mis peores sospechas el que hubieran encalado la pintada en el camino viejo de la Mola “Menos Lucía y más sexo”, el leitmotiv, ¡ay!, de tantas vacaciones, de la que solo ha quedado un pentimento borroso, mientras que una mano —seguramente no muy sobria— ha escrito en el mismo lugar un desasosegante “No existe el mito”. Las noticias de un sospechoso tercer incendio en Cala Saona, del proyecto de crear una base de hidroaviones en el Estany Pudent y de la captura de ¡700 culebras! que confirman la temida implantación de serpientes en la pitiusa, redondearon mi aprensión.
Pero al cabo de un par de días ya estaba más tranquilo, sumergido en el flower power de San Francesc, que ha reciclado en fiesta temática la herencia hippy. El ambiente era de Sueño de una noche de verano, con mucha reina de las hadas, Oberones con posibles y un buen puñado de Bottoms, orejas de burro incluidas, como el que me pisó y me lanzó la cerveza encima, todo a la vez y deseándome paz y amor, el muy capullo. Indiscutiblemente el Puck de la noche fue dj Pharma, el farmacéutico de Sant Ferran reconvertido en glorioso showman que triunfó de lo lindo precedido de angelotes y ataviado con un chaleco recubierto de lucecitas. Así que aquí estamos, felices y avizores. Seguiremos informando.
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