El papa Francisco recibió en el Vaticano el pasado 24 de mayo a Donald Trump, tras meses de declaraciones cruzadas. No se esperaba gran sintonía, ambos se encuentran en las antípodas ideológicas. La cara del Pontífice, siempre tan transparente, fue de extrema seriedad.EVAN VUCCI (AP)La canciller alemana Angela Merkel mira a Trump durante una rueda de prensa conjunta en la Casa Blanca, el pasado 17 de marzo. La reunión entre ellos había dejado una polémica escena. En la sesión de fotos previa al encuentro, el presidente de Estados Unidos no miró en ningún momento a Merkel, ni siquiera cuando los fotógrafos pidieron un apretón de manos. Cuando Merkel le preguntó a su anfitrión si quería que se dieran la mano, Trump permaneció impávido.JONATHAN ERNST (REUTERS)Barack Obama recibió a Donald Trump el pasado 10 de noviembre en la Casa Blanca para dar comienzo al proceso de transferencia de poderes que culminó con su toma de poder del 20 de enero. Durante el encuentro, fue visible el esfuerzo de ambos. Obama, por separar entre la pésima opinión que le merecía su sucesor y el deber institucional de garantizar su acceso al poder. Trump, por dotarse de una seriedad y un ropaje presidencial en las antípodas de lo que había demostrado en la campaña electoral.MICHAEL REYNOLDS (EFE)Michelle Obama mantuvo un gesto serio durante la toma de poder de Donald Trump el pasado 20 de enero.KEVIN DIETSCH (GETTY)Tras 17 segundos de apretón de manos con Trump, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, terminó poniendo una curiosa expresión entre el alivio y el hartazgo. Los apretones de mano del presidente de Estados Unidos, muy largos y fuertes, no suelen dejar indiferentes.JIM BOURG (REUTERS)El presidente de México, Enrique Peña Nieto, tras un encuentro con Trump el pasado 31 de agosto, cuando todavía no había ni siquiera ganado las elecciones a la presidencia de EE UU. Trump, que con sus comentarios ha insultado a México en varias ocasiones, no pidió perdón por haber ofendido a su país vecino.REUTERS
