Uno de los sensores instalados en la muralla de Ávila. El proyecto tiene un presupuesto de 1.194.333 euros, financiado en un 75% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Estos aparatos informan, entre otros cometidos, de las humedades de la piedra.CLAUDIO ÁLVAREZEl palacio renacentista de los Superunda es uno de los 29 espacios de Ávila donde se van a instalar los sensores. La ciudad recibe cada año la visita de unos 400.000 turistas.CLAUDIO ÁLVAREZUn sensor del proyecto Smart Heritage City, junto a un óleo del artista italiano Guido Caprotti (1887-1966), en una de las salas del palacio de los Superunda.CLAUDIO ÁLVAREZEl investigador Miguel Ángel Abián coloca un sensor para la detección de xilófagos en el techo del palacio de los Superunda.CLAUDIO ÁLVAREZLa basílica románica de San Vicente, otra joya del patrimonio abulense donde se instalarán sensores para vigilar su estado de conservación. Los aparatos instalados informarán de más de 1.000 parámetros diferentes.CLAUDIO ÁLVAREZTuristas visitan la basílica de San Vicente, situada frente a la muralla de Ávila. Otro de los objetivos del proyecto tecnológico es recabar datos sobre el flujo de los visitantes de la ciudad, sus itinerarios y preferencias.CLAUDIO ÁLVAREZUn monitor para medir la luminosidad, situado sobre dos de las figuras de piedra policromada en el cenotafio de los santos, en la basílica de San Vicente. El proyecto cuenta con la participación de siete socios, entre ellos dos extranjeros, de Francia y Portugal.CLAUDIO ÁLVAREZEl plan Smart Heritage City, que comenzó sus estudios previos en julio de 2016, está previsto que acabe su ejecución a finales de 2018.CLAUDIO ÁLVAREZ
