En lo profundo de la Amazonia ecuatoriana son los ríos los que sirven de carreteras a sus habitantes. No hay asfalto, pero hay agua. Las diversas nacionalidades que viven en el territorio navegan estos ríos como forma de transporte y conexión entre comunidades. Los achuar de Sharamentsa y Kapawi navegan el inmenso Pastaza, plasmado en un color café chocolate en esta fotografía. El sueño de los achuar llega a las comunidades a través del agua. Agustín Tentets espera la llegada de este sueño en el puerto de Sharamentza. Él comenta cómo, ahora que la responsabilidad de este barco está en sus manos, la nacionalidad achuar debe llevar a cabo el proyecto de la mejor manera. El barco solar llamado Tapiatpia se hace realidad y navega pacíficamente por las aguas de la Amazonia generando esperanza en los habitantes del territorio achuar. En la fotografía se puede apreciar la llegada de la canoa de Kara Solar a la comunidad de Sharamentsa, para dar inicio a la celebración de este sueño hecho realidad.Apenas se vio a lo lejos el barco, sonó el cuerno comunitario que comunicaba la llegada de Tapiatpia a la población. Al sonido del instrumento, toda la comunidad bajó al puerto para dar la bienvenida a los tripulantes. Los niños fueron los primeros en llegar. Hilario Saant narra, frente a toda la comunidad, las experiencias de la tripulación que llevó el barco solar a territorio achuar. Con alegría, expresa su orgullo de que el pueblo haya logrado construir este sueño. Varios líderes de la nacionalidad achuar y de pueblos hermanos asistieron a la llegada del primer barco solar comunitario que navega los ríos de la Amazonía ecuatoriana. Tras varias asambleas, los habitantes de Sharamentsa acudieron a la bendición de Tapiatpia para que navegue de forma segura y sirva a los achuar de ahora en adelante. En la fotografía, el Shamán (sabio y curandero) de la comunidad bendice el bote. Todos los habitantes de Sharamentsa disfrutan de su primer paseo en el primer bote solar que está en manos y gestión de toda la nacionalidad achuar. Las mujeres comentan que con este transporte van a poder mejorar las condiciones de vida de sus hijos, tanto en educación como en alimentación y salud.Mujeres, niños, ancianos y autoridades suben a la canoa solar para dar su primer paseo. Tapiatpia tiene capacidad para 18 pasajeros. Para muchos jóvenes de las comunidades achuar, Tapiatpia es una forma de representar la esperanza de todo un pueblo. Esperanza de mantener su territorio libre de explotación petrolera, contaminación y tala de bosques. El sueño se pasa de generación en generación y son los jóvenes los que mantendrán vivo el proyecto de Kara Solar.Oliver Utne, uno de los impulsores del proyecto de Kara Solar, narra cómo nació este sueño colectivo que construyó junto a la Nacionalidad Achuar y varias ONG aliadas. En la fotografía, Oliver (derecha) y Mario Gualinga (izquierda) conducen el bote a la luz del atardecer.Mario Gualinga es uno de los conductores capacitados para navegar este barco solar. Muy contento, cuenta lo impresionante que es navegar los ríos sin ruido de motor y sabiendo que no genera desechos tóxicos que contaminan las aguas.Hilario ancla a Tapiatpia en el puerto de Sharamentsa, poco antes de que caiga la noche.El cuerno vuelve a sonar para anunciar la hora de la cena. Los pasajeros se bajan de la canoa para dirigirse a la casa comunal para celebrar y compartir una cena en homenaje a la llegada de su bote solar.Tapiatpia permanece estacionada a las orillas del río Pastaza mientras sus paneles solares se cargan con los rayos de luz. Este barco solar es la materialización de un sueño ancestral que utiliza tecnología moderna para favorecer el desarrollo sostenible de un pueblo innovador e incansable.Kara Solar y la nacionalidad achuar han trabajado arduamente durante años para llevar a cabo este proyecto. Todos ellos alimentan un fuego de esperanza que se mantiene vivo a la luz de cumplir nuevos sueños y retos.
