_
_
_
_
El no ya lo tienes
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Sea idiota

La gente no nos tolera, les intimidamos. No saben cómo comportase delante de un idiota

Fernando Hernández Puente

Sea idiota. Sea idiota. No tenga miedo, que es fetén, que digo fetén, es el "recopetín". Necesidad no hay ninguna —y tampoco se saca ninguna conclusión sustancial—, es, lo que se suele decir un brindis al sol pero uno se queda muy a gusto siendo idiota. Créame, yo soy profesional.

Permítase reír a destiempo; le dirán que la risotada anida en la boca del necio, pero esa frase la dijo un chino que ahora esta mortimer.

La gente no nos tolera, les intimidamos. No saben cómo comportase delante de un idiota. Les enfrentamos, con nuestra actitud, a sus contradicciones y a sus miedos: frustraciones, complejos, inseguridades… (¿quién es el idiota?).

Sea idiota, siéntase libre para decir y hacer lo que quiera, cuando quiera y como quiera —es como un superpoder—. Seguir las convenciones es como tener los pies enterrados en cemento; como estar en el extranjero y no tener roaming; como fumar a oscuras.

Porque ser idiota no es decir chorradas a diestro y siniestro y hacer cosas extravagantes, bueno… sí, sí que es eso pero aparte más cosas.

Sea idiota. Ser idiota no es un estado, ni tan siquiera una actitud, se parece más a un precioso reino pequeñito. Y es que la idiotez no se tiene, se conquista, se invade, se saquea… Perdón, me he liado y me he metido en un jardín, empiezo otra vez: sea un idiota, es bueno para el cutis, solo con esto ya debería haberle convencido.

Cuando uno es idiota, y lo ve todo a través de las lentes de la idiotez, el mundo se antoja como una gran conga donde los seres humanos van en fila, inexorablemente, hacia la misma dirección: el fin del mundo. Por eso el idiota ríe sabiendo que, en conclusión, todo da igual. Esto lo comprobaron grandes idiotas como Duchamp, Dalí o Schopenhauer.

Y ahora, para terminar, permítame un poema:

Hoy he soñado con alegría, que era melón mi culo y tú me lo olías.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_