Fernando Alonso: “Me gustaría tener familia, pero ahora no podría disfrutarla”

El mismo día que el motor del coche de Fernando Alonso le volvía a dejar fuera de juego a 21 vueltas del final de las 500 Millas de Indianápolis, el piloto asturiano se mostraba más cercano y hablador que nunca junto a Jesús Calleja en su programa Planeta Calleja. El formato, que combina un desafío deportivo –en este caso el ascenso al pico Peña Ubiña, entre León y Asturias– con la charla informal entre dos compañeros de aventura dió los resultados esperados. Alonso demostró que está en buena forma y, en contra de la fama que le persigue, se mostró simpático, cercano y distendido hasta el punto de conseguir declaraciones personales a las que el piloto se ha mostrado siempre alérgico.

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Entre visitas al museo Fernando Alonso, inaugurado en 2015 en la localidad asturiana de Llanera, carrera de relevos en el circuito de karting del piloto en La Morgal (Asturias), recorrido de 50 kilómetros en bici de montaña en una dura ruta por la zona de Quirós (León) y ascenso a la cumbre Peña Ubiña (2.417 metros de altura), Fernando Alonso fue abriéndose y mostrando su lado más personal. Confesó, por ejemplo, que desde pequeño hace una lista minuciosa para organizar sus actividades del día: “De 17 a 17.30 dibujos animados, de 17.30 a 17.45 estudiar, de 17.45 a 17.50 ir al baño…. Y aunque no tuviera ganas iba al baño”, explicó el piloto. Y continuó: “Como comprenderás haciendo una lista cada día, también tengo una en mi cabeza de lo que quiero hacer en los próximos años”. Esta fue su respuesta cuando Calleja le preguntó sobre si renovaría con MacLaren. Teniendo en cuenta todo lo que ha pasado desde que el programa se terminó de grabar el pasado 22 de enero, la lista de Alonso puede haber cambiado a día de hoy. Confesó que la actual Fórmula 1 no le gusta: “Es menos libre, ahorras en gasolina, en neumáticos… Si me gusta la F-1 que proponen los nuevos dueños, continuaré, si me dicen que serán 25 carreras en la temporada, me retiraré. Pero hasta agosto no tendré ni idea de lo que voy a hacer. Hasta que tome una decisión, tranquilo no estoy”.

El colocarse un casco, bromeó con el mito de que tiene una cabeza muy grande: “Talla M”, dijo. Y sin embargo sí explicó que su anchísimo cuello tiene un motivo: “Lo entreno a diario. Cuando tomas una curva o frenas a la velocidad de carrera, el cuello tiene que aguantar el impacto equivalente a 45 kilos que le empujara en una dirección concreta. Debes estar preparado para resistir este impacto”.

Además de verle en pijama con calcetines y con su peña de amigos de siempre, la mayoría procedentes de su etapa en las carreras de karting y todos ellos ligados laboralmente al piloto en distintas funciones, Fernando terminó por abrirse y hablar de aspectos relacionados con su vida privada. Reflexionó sobre la dificultad de tenerle como pareja: “Cuando vuelves tras una carrera y de estar 15 días fuera, es difícil. Y cuando estás recuperando la normalidad, te vuelves a marchar”. Al preguntarle Calleja sobre si le gustaría formar una familia dijo: “Soy tradicional, como los del norte. Todos mis amigos a quien has conocido están casados y con familia. A mí me fue mal al primer intento, pero sí me gustaría tener una. Aunque ahora no podría disfrutarla”.

Ese primer intento hace referencia a su matrimonio fallido con la cantante canaria Raquel del Rosario, con quien estuvo casado cinco años. “Cuando nos separamos fue como si los dos hiciéramos un clic y todo cambió. Desde entonces tenemos una amistad muy sincera. Hablamos cada semana y le consulto muchas cosas de las que me ocurren. De hecho estuve con Linda –dijo refiriéndose a su actual pareja, la modelo italiana Linda Morselli– unos días en su casa de Los Ángeles, que es donde vive ahora. Cualquier que esté conmigo tiene que entender esta relación”, enfatizó refiriéndose a la armonía que preside la relación con su exmujer.

Entre bromas sobre la resistencia física de ambos y divertidos piques que dejaron claro el espíritu competitivo de Fernando Alonso, Jesús Calleja le dijo en varias ocasiones que estaba muy a gusto, que era un tipo “sencillo, noble y majete”. El piloto se vio casi obligado a dar explicaciones sobre la fama de antipático que le persigue: “No se trata de que lo sea. Lo que ocurre es que normalmente las entrevistas te las hacen nada más bajar del coche después de una carrera y lo mismo estás tenso que picado. Y esos son los 15 segundos que se ven de tu personalidad. Otra cosa es que yo haya optado por no hablar de mi vida privada. Esa es una elección personal”.

El distendido encuentro dio para remontarse a sus comienzos en el mundo del karting, para explicar que las grandes ciudades no le gustan mucho y para acordarse de sus visitas al pueblo de su bisabuela donde ayudaba con su padre a cuidar de las ovejas, las cabras y los conejos. También para explicar cómo le afectan los accidentes e incidentes que van ocurriendo a lo largo de la temporada de carreras: “Te preparas concienzudamente y cuando empiezas la temporada vas a tope, al 100%. Cualquier lesión o accidente te cambia los planes a 12 meses vista. La dedicación es completa. La vida gira en torno a estar preparado. Hasta si pico un trozo de tarta, al rato siento que no debería haberlo hecho”.

Que sus seguidores no se preocupen. El piloto que hace listas seguro que tiene algo pensado para su futuro: “Algún día me retiraré”, dijo. ”Pero el día que deje la Fórmula 1 no dejaré el automovilismo. Es lo que sé hacer”, concluyó.