EL PAÍS premiado por entender de juguetes
La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes galardona a tu cabecera con el premio Pajarita por sus noticias sobre el sector
Tener a duendes de Papa Noel de corresponsales en el Polo Norte, conseguir exclusivas de Melchor, Gaspar y Baltasar o contar con los sabios consejos de Gepeto para un off the record marca la diferencia. EL PAÍS ha sido galardonado con el Premio Pajarita en esta edición 2017 en reconocimiento a cómo informa sobre el universo infinito y creciente de los juguetes. Este premio, con más de treinta años de antigüedad, es concedido anualmente por la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes en reconocimiento a la labor informativa sobre este sector.
La reciente fiebre del spinner, esa peonza del siglo XXI que está robando el sueño a los chavales de medio mundo, ha sido una de las últimas historias de impacto sobre el mundo del juguete narradas en EL PAÍS. Pero ha habido mucho más en la memoria reciente. José Mendiola contó en la sección de Tecnología el revival del tamagotchi, la mascota virtual que enriqueció a Bandai en los 90 y que llegó a inspirar hasta una columna de Manuel Rivas en esta cabecera. En el Espacio Eco, la sección que informa y fomenta el ecologismo del periódico, Jaime Ripa nos explicó cómo un simple bote de plástico puede transformarse en cuatro juguetes distintos si le echamos imaginación y maña.
El juguete también se somete a examen en EL PAÍS en sus vertientes más polémicas. Por ejemplo, con todo el nuevo paradigma de muñecos parlanchines y las dudas que despiertan su seguridad internauta. O el acalorado debate entre el rosa y el azul, el sexismo inherente al código de los príncipes y princesas en los juguetes infantiles y toda la carga sobre los roles de género que acarrea. También en las más románticas y poéticas, como demuestra el texto de Belén Kayser sobre el mercado de los juguetes olvidados, todos esos viejos sueños para niños que se revenden en el Mercado del juguete antiguo de Madrid.
Por todo ello, porque nos importan y mucho los juguetes y su sector, EL PAÍS se siente honrado de ser merecedor de un Pajarita. Nuestros duendes sonríen encantados y brindan con su taza de chocolate caliente en un reconfortante iglú.
