Este hombre ha viajado 17 veces a Eurovisión y nos cuenta lo que hay detrás de la gala
Miguel Angel León reserva cada año sus vacaciones para ir al festival. Nos explica desde Kiev -sede de esta edición- la evolución que ha vivido desde 2001
El primer recuerdo que tiene Miguel Ángel León de Eurovisión es bastante clásico: toda su familia alrededor de la tele disfrutando de las actuaciones. Y es que ya de pequeño le gustaba este evento. "Es una mezcla de culturas musicales que te hacen aprender y abrir la mente", explica. Con el tiempo, esa imagen infantil se ha transformado en una cita anual. "Esa semana es sagrada, son como mis grandes vacaciones ya que conozco diferentes países y a la prensa nos dan facilidades para el transporte y las visitas", responde desde Ucrania, el país donde se celebra la gala este sábado.
Fue en 2001 cuando pudo vivirlo en persona, tras la promesa que hizo con un amigo. Ese año Eurovisión se celebraba en Dinamarca y el representante de España era David Civera con Dile que la quiero, la canción que fue número uno tanto de los 40 Principales como de las verbenas de verano, y que consiguió un puesto bastante digno, el sexto. "Era un gran concierto perfectamente organizado, con personas de todos los países y diferentes lenguas", recuerda León, que desde ese año no ha dejado de ir ni una sola vez. "Desde entonces ha cambiado mucho. Va muchísima más gente acreditada y la evolución del evento ha dado pasos agigantados. Hay países muy interesados en participar, pero no pueden porque no pertenecen a la EBU (European Broadcasting Union) y la normativa dice que tienes que pertenecer, estar al corriente del pago y retransmitir el año anterior a tu futura participación", explica.
Manuel Navarro es el candidato español a Eurovisión 2017
La gala que se retransmite por la tele también se queda corta si lo comparamos con todo el trabajo que no se ve. "Es un gran evento, con un trabajo impresionante y muy profesional. Utilizan tecnologías que más tarde serán aplicadas en el resto del mundo". Semifinales, ensayos, ruedas de prensa, y en general, dos semanas de dura organización. "Todo con una exactitud milimétrica", apunta Miguel Ángel. "Entre canción y canción hay un montaje de cada país espectacular. Limpieza, atrezo... y todo en un tiempo récord. En los ensayos se prueba las luces y el control, para que quede todo perfecto según la elección de cada delegación. Esto tampoco se ve y es un gran trabajo". Como los que siguen a su grupo favorito de gira o los que no se pierden un partido de su equipo, los fans de Eurovisión también son incondicionales y todos se acaban conociendo. "En Ucrania 2005 conocimos a Jesús y da la casualidad de que fue el autor de Algo Pequeñito [La canción interpretada por Daniel Diges en 2010]. Fue muy emocionante acompañarlo ese año a Oslo".
"Creo que el gusto europeo se distancia bastante del nuestro en cuanto a Eurovision se refiere. Este año tampoco hemos acertado"
España lleva años sin estar entre los diez puestos del festival, a excepción de Dancing in the rain de Ruth Lorenzo en 2014 que quedó en el límite. La cantante Barei terminó en el puesto 22 en el último certamen y la propuesta tropical y bilingüe de Manuel Navarro tampoco acaba de convencer. De hecho, el catalán ha indignado tanto a surfistas como a eurovisivos con su Do it for your love. León es claro. "Este año tampoco hemos acertado", apunta. "Lo de cantar en spanglish no lo veo mal, muchos países lo hacen, pero creo que el gusto europeo se distancia bastante del nuestro en cuanto a Eurovisión se refiere".
La falta de publicidad y una propuesta mal encaminada son, según Miguel Ángela, las razones que explican los malos resultados. "Por desgracia, no le dan el boom que se merece. En España, Eurovisión suena a desfasado o antiguo cuando realmente no es así. Hay artistas que siguen sonando gracias a este trampolín musical, pero la gente no sabe que esas canciones provienen de este evento. A pesar de la nula publicidad sobre Eurovisión, la cifra de telespectadores es bestial. Si se preocuparan un poco más en publicitarlo y enviaran temas de gusto más europeo seguro que conseguiríamos buenas posiciones".
Esta vez, el veterano no sabría decantarse por un único candidato. "Mi candidatura es bastante amplia porque hay muy buenos temas. Al existir un gran abanico de estilos es complicado, siempre hay un par de canciones que me emocionan". Sin embargo, el ganador de este año parece estar claro según las encuestas, las apuestas de pago y León, que suele aproximarse al resultado. "Siempre gana la 'canción diferente', la que destaca entre las demás y este año Italia es una de ellas. Portugal, por primera vez en la historia de Eurovisión, también está entre las grandes favoritas. De hecho es segunda en las apuestas. Aunque es difícil acertar, sí me suelo aproximar". Diecisiete años lo legitiman y, sobre todo, dejan muchas anécdotas. "Recuerdo que a la delegación de Chipre les di unos consejos sobre la actuación (una crítica constructiva) y me hicieron caso".
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