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No hay terraza pequeña, hay poca imaginación

En España disfrutamos de más de tres mil horas de sol al año, motivo suficiente para alargar el salón y hacer de nuestros balcones y terrazas una prolongación del respiro doméstico urbano.

Estas sillas de la familia Saltholmen son de acero con revestimiento de polvo de poliéster.
Estas sillas de la familia Saltholmen son de acero con revestimiento de polvo de poliéster.

Cuando Woody Allen afirmó en Annie Hall (1977) que no quería mudarse “a una ciudad cuya única ventaja cultural es poder girar a la derecha con el semáforo en rojo”, desconocía –o quería obviar– que la vida urbana también puede tener momentos de sosiego. Si bien un rascacielos no es el paradigma para encontrar rescoldos de naturaleza doméstica, si es cierto que las casas de hoy ya están preparadas para salvaguardar espacios de recreo y silencio en pleno centro de una ciudad. En España, por ejemplo, el 53 por ciento de las casas tienen algún espacio exterior (balcón, terraza o jardín), y un cuarto de este porcentaje cuenta con estancias superiores a los 50 m2. En esta línea, entonces, ambientar y decorar estos rincones urbanos al aire libre, se hace casi una necesidad.

En España, la mitad de las casas tienen algún espacio exterior.
En España, la mitad de las casas tienen algún espacio exterior.

Para vestir los espacios exteriores de una casa o apartamento es necesario fijarse en tres cosas: el material, la multifunción y el espacio que pueda llegar a ocupar. Con respecto al primer punto, existen multitud de acabados en acero o en madera que permiten un manteniendo óptimo a lo largo de todo el año, con acabados que van desde el vintage al rústico o el minimal. Pero son la multifunción y el volumen que puedan ocupar este tipo de mobiliario, lo que ahora realmente se tiene más en cuenta en estas compras.

La familia Saltholmen aporta una solución rápida, reducida y contemporánea.
La familia Saltholmen aporta una solución rápida, reducida y contemporánea.

El uso de terrazas o balcones en una gran ciudad está casi siempre destinado al uso de tendedero o como espacio de almacenaje extra de la vivienda. Por eso, la búsqueda del producto multifunción se hace necesaria en ciertos rincones urbanos de exterior: mesas que son arcones para guardar, sillones que se convierten en hamacas, o bancos que llevan superficies de apoyo acopladas, entre otros. Si una terraza no supera los 20 metros, solo este tipo de mobiliario ayudará a sacar mayor partido a esa deseada estancia.

A la multifunción hay que añadir ahora, y cada vez con más atención por parte de los proveedores, el dilema del almacenaje de este mobiliario durante el tiempo en el que no son usados. Para ello, los diseñadores se han puesto a pensar en productos que resulten apilables o plegables, para mantener siempre ordenados estos espacios de exterior, así como facilitar la limpieza de los mismos. Un balcón de 10 metros cuadrados necesita de este tipo de mueble para crecer y expandirse con la misma facilidad que se recoja cuando el sol se vaya. Por ejemplo, la familia Tunholmen que acaba de lanzar IKEA, incluye una mesa ligera de aluminio anticorrosión, que se pliega fácilmente para poder ahorrar espacio en un momento determinado y cuya colección de sillas es apilable, algo que el propio Allen hubiera disfrutado en alguna de sus interminables charlas con Diane Keaton desde cualquier apartamento de Manhattan.

Esta mesa de aluminio anticorrosión, ligera y resistente es de la familia Tunholmen.
Esta mesa de aluminio anticorrosión, ligera y resistente es de la familia Tunholmen.

Otros aspectos que se deben tener en cuenta con los muebles de exterior es el uso personalizado que se quiera añadir al producto. La customización, la integración con los elementos verdes de la terraza o el balcón, y otros detalles recién incorporados, como los ganchos para colgar bolsos de muchos modelos de mesas – la familia Tunholmen de IKEA incluye esta opción debajo de los tableros– son otras tendencias que se recogen actualmente. Si el 30 por ciento de las casas de nuestro país tiene algún tipo de tumbona o asiento exterior, será porque, en el fondo, los españoles necesitamos sacar partido a las más de tres mil horas de sol año que disfrutamos. En Nueva York, probablemente, aún están buscando hueco en las azoteas…

Las sillas de la serie Askholmen son de acacia maciza.
Las sillas de la serie Askholmen son de acacia maciza.

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