Risto Mejide, de terror de los ‘triunfitos’ a ‘dios’ del amor

El perfil de su página web es un anuncio en sí mismo: “Elegido en 2012 como uno de los mejores directores creativos del país, investido profesor Honoris Causa por la Escuela Superior de Comunicación de Granada, destacado por Best of the Best 2016 según Robb Report, entre los 25 más influyentes de 2016 según Esquire…”

Risto Mejide, de 42 años, es licenciado en Dirección de Empresas por ESADE y ha ejercido de director creativo de varias agencias de publicidad, pero sobre todo es el mejor producto de marketing que él mismo ha creado. Así ha inventado la marca y el personaje tras el que se oculta la persona que ahora se declara arrobadamente enamorado y que se casará el 20 de mayo con Laura Escanes, una youtubber de 21 años que ha conseguido que el ácido publicista muestre en público su versión más humana y almibarada.

1. Jurado, pero ante todo marca. En 2006 apareció por primera vez como jurado de un programa de televisión, El invento del siglo, que duró una semana en antena. Es lo de menos. El virus mediático había calado y Risto no desaprovechó la siguiente oportunidad que llegó de la mano de Gestmusic Endemol. El hombre que decidió salir en pantalla con unas contundentes gafas de sol se convirtió en el más ácido y famoso jurado de Operación Triunfo en la quinta edición del programa, justo cuando cambió de cadena y pasó a emitirse en Telecinco. Los aspirantes a músicos profesionales cantaban, pero la audiencia esperaba ansiosa el final, porque allí estaba ese chulo oportunista y provocador que repartía palos sin piedad para regocijo del respetable.

2. Rentabilizando la fama. Conseguir que la audiencia se duplicara durante sus intervenciones tuvo su rédito. Risto Mejide vendía, él lo sabía y el resto también. En 2007 se incorporó como colaborador del programa Protagonistas en Punto Radio, escribió columnas en Diario ADN, pasó a Julia en la onda en Onda Cero y publicó su primer libro El pensamiento negativo en 2008. Pero se pasó de frenada y una discusión en directo con Jesús Vázquez, el presentador de Operación Triunfo provocó su retirada en julio de 2009. Su siguiente experimento, presentar su propio programa G-20, fue un fracaso que se canceló poco después del estreno.

3. Provechosa espera. El famoso refrán de cría fama y échate a dormir le vino como anillo al dedo a Risto Mejide durante los siguientes años. Ha publicado siete libros, ha seguido creando eslóganes para otros, da conferencias de marketing, marca personal, branded content y se mueve como pez en el agua en las redes sociales donde ha creado una comunidad de 462.000 seguidores en Instagram y 2.820.000 en Twitter. Público objetivo esperando más de su producto.

4. Retorno a televisión. Y Risto volvió a la pequeña pantalla en 2014 reconvertido en entrevistador para Cuatro en el programa Viajando con Chester, un formato que repitió un año después en Antena 3 con el título de Al rincón de pensar y que retornó a Cuatro con una versión más intimista que llamó Chester in Love en recuerdo del original. En todos estos casos, el poder de la imagen de Risto Mejide ejerció su magia para los espectadores y para los entrevistados que en algún caso descubrían aspectos inéditos de su personalidad porque la fama de miura del entrevistador imponía lo suficiente como para sentir que debían salirse del guion.

5. Crítico y enamorado. En mitad de una sobredosis de programas dedicados a juzgar talento –La Voz, Tú sí que vales, Tu cara me suena, Factor X– Risto Mejide volvió a vestirse de juez para Got Talent en su edición de este año y consiguió el objetivo perseguido: que los jueces enganchen al público como no lo consiguen los supuestos talentos que se suceden sobre el escenario. Enamorado como un adolescente que necesita publicitar su pasión, cuelga fotos y comentarios melosos sobre su relación con Laura Escanes, 20 años más joven que él y capaz de convertir al lobo de la tele en corderito entrañable. Pero no se despisten porque aunque ese afán de ocuparse de los problemas del corazón le hayan llevado a aceptar encabezar el reparto del nuevo programa de Antena 3, All you need is love…, o no, todavía le quedan garras. El dudoso estreno de un programa que mucho tiene que cambiar para mantenerse en antena, le dio para llamar calientapollas a una de las participantes. Y para responder a las críticas en las redes con el siguiente tuit: “Gracias por vuestros comentarios! La semana que viene traeremos a una calientabragas, para que no se diga”. Risto Mejide, persona y personaje, en estado puro.