Hombres y mujeres y Turguénev
Faltar a clase está mal y más si es para ver un programa de televisión —incluyendo los documentales de La 2—
Hace una semana leí en la revista ICON —léase gritando “aicon”— un artículo firmado por Juan Sanguino donde contaba, alarmado, que hay niños de 13 años que hacen pellas para visionar el programa de la cadena amiga: Hombres y mujeres y viceversa.
Queridos preadolescentes: Faltar a clase está mal y más si es para ver un programa de televisión —incluyendo los documentales de La 2—, ahora bien, os tengo que reconocer una cosa: ayer mismo, anulé una reunión con unos productores de cine —que me iban a ofrecer un papel de tontico sabiendo que lo bordaría— por ver HYMYV; y aunque fue un programón —porque la madre de la tronista Marta conoció personalmente a sus pretendientes, mostrando así sus filias y sus fobias— me arrepiento y también me avergüenzo, porque me excusé diciendo que tenía que hacerme las ingles brasileñas. Un último consejo, no descuidéis el Instagram, que no va a ser todo estudiar. Un besi.
Pd: Lo que viene a continuación va dirigido a un adulto, dejad de leer en cuanto se terminen las cursivas.
Querido Juan Sanguino: ¿Qué hay de malo en un programa donde la gente se sienta a conversar de amor? ¿no le recuerda acaso a las novelas de Turguénev? ¿Cómo es posible que le haya pasado desapercibido el aire decimonónico que se respira en el plató? Igual no eligió el mejor momento para verlo —¿Acababa de pagar el IVA trimestral? ¿tenía un Bad Hair Day?—; creo humildemente que se ha precipitado en sus conclusiones, recapacite. Por cierto, no entendí, como persona fornida, tatuada, broncínea que soy, las referencias al aspecto físico de los participantes; yo no he notado nada raro. Póngame a los pies de su pareja.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.