‘El bebé jefazo’, hermanos a su pesar
Es una película que, sin ser perfecta, es entretenida, graciosa y con un mensaje positivo
Con El bebé jefazo, la nueva película de animación de Dreamworks que se estrena este miércoles en España, he asistido a un fenómeno curioso: había más risas en el pase para la crítica que en el pase para familias. Es cierto que la cinta tiene varios chistes más bien para adultos, aunque también incluye su dosis de bromas de culo-pedo o escenas de porrazos más propias del humor infantil. Sin embargo, sin ser de las pelis que arrancan carcajadas, pese a lo que podía parecer por su tráiler, el veredicto de mis tres pequeños críticos, de 9, 7 y 5 años es favorable, y el de los padres también. Una película que, sin ser perfecta, es entretenida, graciosa y con un mensaje positivo.
El bebé jefazo narra cómo la llegada de un hermanito rompe la idílica vida de Tim, hasta entonces hijo único de 7 años. Pero no es un bebé normal, sino un bebé trajeado, con dinero y voz de hombre curtido (Alec Baldwyn en versión original y José Coronado en castellano). Un bebé con una misión, en la que terminará aliándose con su hermano mayor para que ambos cumplan con su deseo mutuo de perderse de vista.
Hasta ese momento, la verdad es que los sucesos, narrados desde el punto de vista de un hiperimaginativo Tim, son bastante crueles: el bebé, claro que fruto de un estudiado plan, le arrebata toda, absolutamente toda la atención de sus padres al hermano mayor.
También me resulta un tanto inquietante, al igual que ocurría en Cigüeñas, la forma que muestra la película de traer a los bebés al mundo, a través de una especie de cadena de montaje celestial donde todos los pequeñines traen de serie el culete empolvado y el chupete. Se supone que es lo que creen los niños y que sin ello no habría película, pero me chirría ese ninguneo de la biología, del embarazo y el parto. La existencia de esa fábrica de bebés, eso sí, da para homenajes a películas como Men In Black y Matrix que divertirán a los adultos.
La cinta tiene su parte de acción, con sus malos y persecuciones. Tengo dudas sobre si lo disfrutarán niños menores de cuatro o cinco años, aunque toque temas que les afectan muy de cerca, como la llegada de los hermanitos, no sé si acabarán de entender el argumento.
Lo más bonito, finalmente, es ese mensaje de que en una familia hay amor para todos, que cuando llega un hermanito, el amor de los padres no se divide sino que se multiplica para que todos los hijos tengan. Y lo bien que se lo pasan juntos los hermanos, pese a todas las peleas.
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