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Ivanka Trump se va al teatro con Justin Trudeau

El primer ministro canadiense invita a la hija del presidente de EE UU y a otras autoridades a ver un espectáculo en Nueva York

Justin Trudeau saluda en Broadway a vecinos de Gander, cuya historia inspira un musical.
Justin Trudeau saluda en Broadway a vecinos de Gander, cuya historia inspira un musical.AP

Con sutileza, Justin Trudeau intentó acercar posturas informalmente con Estados Unidos el miércoles en Nueva York. El primer ministro canadiense, aclamado por su don de gentes y su carisma, hizo uso de sus cualidades para invitar a Ivanka, la hija del presidente Donald Trump, a un show en Broadway sobre la empatía hacia los foráneos, algo que Canadá abraza y EE UU, desde la llegada de Trump al poder, rechaza.

Ivanka no fue la única. Trudeau invitó a un total de 600 personas -más de 125 embajadores ante la ONU, entre ellos la representante estadounidense, Nikki Haley- para ver un musical, Come From Away, que narra la historia de un pueblo canadiense que durante los atentados del 11-S acogió a miles de pasajeros cuyos vuelos fueron desviados tras cerrarse el espacio aéreo estadounidense.

Entre banderas canadienses y aplausos, Trudeau se sentó al lado de Ivanka, a pocas filas del escenario. “Esta historia, este musical fascinante”, dijo Trudeau, cuya invitación a la hija del presidente simboliza un deseo de transmitir la importancia de acoger a refugiados y extranjeros procedentes de zonas de conflicto, a quienes la Administración Trump ha dado un portazo desde su llegada a la Casa Blanca.

 Desde el escenario, el primer ministro elogió la obra y no hizo referencia al veto migratorio de Trump, que horas antes sufría su segundo bloqueo por la justicia estadounidense. Durante las primeras semanas en el cargo, el republicano ha ordenado la construcción de un muro en la frontera sur, la deportación de miles de inmigrantes indocumentados, y un veto migratorio para refugiados e inmigrantes procedentes de seis países de mayoría musulmana.

El primer ministro canadiense busca un equilibrio difícil de conseguir: mantener una buena relación con EE UU a la vez que defiende sus ideales, bastante más progresistas que los del actual Gobierno de Trump. Para ello, acudió a la hija del presidente, que pese a no tener un puesto oficial en la Casa Blanca, pasa la mayor parte de sus días acompañando a su padre en tareas y eventos oficiales.

 En su visita a la Casa Blanca el pasado mes de febrero, Trudeau y Trump mantuvieron una serie de reuniones en las que también participó Ivanka. La que algunos consideran la primera dama de facto pareció entenderse con el canadiense.

Durante los últimos meses, Canadá se ha proclamado como uno de los países que más ha acogido a refugiados, particularmente sirios. El primer ministro Trudeau ha abanderado la necesidad de apoyar a aquellos que escapan conflictos y guerras. EE UU, por miedo a la llegada de posibles terroristas, ha sido más precavido a la hora de aceptar peticiones de asilo.

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