Boicot injusto
Se ha reenviado por Twitter y WhatsApp el boicot a la película El guardián invisible. Incluso, ya el colmo de la irracionalidad, se ha destripado el misterio del thriller. Se está perdiendo el sentido común y la capacidad de discernir y filtrar lo que nos llega. El equipo de 2.000 personas de la película y la autora del libro son ajenos y no tienen nada que ver con las deplorables y aberrantes declaraciones de una actriz secundaria en una cadena de televisión.— Pablo Cavero García. Madrid.
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