Descubren una nueva razón por la que faltamos al gimnasio (y no tiene nada que ver con la voluntad)

Un estudio revela que la alteración de un receptor celular empuja a las personas con sobrepeso a la inactividad

Todos los meses igual. Decidimos con aparente firmeza comenzar a cuidarnos desde el día 1, y 30 días después el plan “ir al gimnasio cuatro veces en semana” se ha convertido en “si eso, ya voy la quincena que viene”. Investigadores del Instituto Americano de Diabetes y Enfermedades Digestivas han hallado que los sujetos con algunos kilos de más presentan alteraciones en uno de los receptores de dopamina (D2), lo que dificultad su capacidad para el movimiento intenso. Al manipular este receptor en ratones delgados se obtuvo exactamente el mismo efecto (pereza en los ejercicios), aunque en los o...

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Todos los meses igual. Decidimos con aparente firmeza comenzar a cuidarnos desde el día 1, y 30 días después el plan “ir al gimnasio cuatro veces en semana” se ha convertido en “si eso, ya voy la quincena que viene”. Investigadores del Instituto Americano de Diabetes y Enfermedades Digestivas han hallado que los sujetos con algunos kilos de más presentan alteraciones en uno de los receptores de dopamina (D2), lo que dificultad su capacidad para el movimiento intenso. Al manipular este receptor en ratones delgados se obtuvo exactamente el mismo efecto (pereza en los ejercicios), aunque en los obesos sucedía de forma natural y no era proporcional a los kilos de más (a medida que los animales engordaban no se volvían más vagos, sino que la desidia empezaba con el fallo del neurotransmisor: al comienzo de una dieta alta en grasas). La investigación se ha publicado en Cell Metabolism.

Es un círculo vicioso: una alimentación sana potenciaría la actividad. Pero, como concluyen los científicos, “si no conocemos el fundamento físico subyacente de un comportamiento, es difícil decir que la fuerza de voluntad por sí sola puede cambiarlo”.

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