Aprendamos de los niños
Jax es un chico estadounidense de cinco años que ha dado una gran lección a todo el mundo. Él es blanco y su mejor amigo es negro. Jax decidió cortarse el pelo igual que su amigo para así gastar una broma a su profesora y confundirla. Todo ello sin tener en cuenta la evidente diferencia del color de piel de ambos. Una vez más, la inocencia de un niño supera los prejuicios de los adultos. Anécdotas como esta nos demuestran que nadie nace racista.— Ana Herrero Arribas. Alcorcón (Madrid).
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