Desiertos urbanos: la cara b del turismo de sol y playa en España
Hay lugares que se llenan en verano y descansan en invierno. Hoteles vacíos. Apartamentos sin vida. Orillas desiertas. La cara B del turismo de sol y playa.
Piscina de unos apartamentos en Cullera (Valencia).
Oriol ClaveraEsquina solitaria de un bloque en Marina d’Or (Castellón). Oriol ClaveraEn Can Picafort (Mallorca) hay 42 hoteles, 8.000 habitantes en invierno y 30.000 en verano. Oriol ClaveraAspecto en temporada baja de Marina d’Or (Castellón), un complejo de seis hoteles
y bloques de apartamentos.Oriol ClaveraRestaurante de bufé y paellas en Cullera (Valencia). Oriol ClaveraEl Alcudia Waterpark, en Mallorca, se prepara en noviembre para pasar el invierno a puerta cerrada. Oriol ClaveraAparcamiento vacío en Calafell (Tarragona), donde la población (24.000 personas censadas) supera los 100.000 residentes en verano. Oriol ClaveraUna rotonda en el complejo de Marina D’Or (Castellón). Oriol ClaveraAspecto de la piscina de un edificio de apartamentos en invierno en Cullera (Valencia).
Oriol ClaveraDesde el paseo marítimo de Calafell (Tarragona), un día cualquiera de marzo,
la vista se encontrará con hileras de edificios vacíos.Oriol Clavera
