_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

‘Millenials’

En los años cincuenta y sesenta del siglo pasado la gente se marchaba al extranjero para encontrar trabajo. Su maleta solía ir atada con una cuerda, y la llegada a destino era después de tres o cuatro días en tren. Su familia se reunía una vez al mes en una casa que tuviese teléfono para recibir la llamada del emigrante. Al cabo de tres o cuatro años, volvía de vacaciones y si llegaba con un coche nuevo se le consideraba un triunfador. Mi hija se marchó a trabajar a Londres con una pequeña maleta con ruedas; el viaje en avión dura dos horas. Hablo con mi hija a través de Skype 10 veces más que cuando vivía conmigo. Su madre temía que se casase con un inglés y se quedara a vivir en Reino Unido y resulta que su pareja es un extremeño que también trabaja en Londres. Su madre pensaba que iba a sufrir mucho estando fuera y les cuento su fin de semana: mi hija, junto a 12 amigas que trabajan en distintos países europeos, se ha marchado a Canarias a celebrar una despedida de soltera, y su pareja, junto a otros tantos emigrantes en Europa, se ha marchado a Budapest a celebrar una despedida de soltero. Hay quien dice que cualquier tiempo pasado fue mejor.— Pedro Morante Gutiérrez. Elche (Alicante).

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_