La gala ‘drag’ de Las Palmas
Bochornoso el espectáculo de la gala de las drag queens en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Una auténtica provocación hacia las creencias religiosas de la mayoría de los españoles llevada a cabo por un grupo minoritario —como son los colectivos LGTB— que reclama respeto hacia ellos y sus tendencias sexuales, pero que ellos no practican con los demás. Es manifiesto su odio a Jesucristo y a su Iglesia, se ve que necesitan burlarse y atacar a los católicos. ¿Dónde están las autoridades que permitieron semejante insulto? ¡Y todo queda impune!— Lourdes Camps. Barcelona.
He crecido entre abuelas, en un pueblo pequeñísimo, que me contaban cómo los rojos quemaron iglesias y atacaron los símbolos católicos; “un horror de guerra”, me decían. A mis abuelas, en la década de los treinta, analfabetas y encerradas, nadie les enseñó a pensar diferente. Nadie hablaba claro sobre lo que supone una religión o el uso de su simbología. En Alemania nadie sabe dónde están los restos de Adolf Hitler como medida preventiva contra ensalzadores de la figura de un dictador. En España, en 2017, uno puede acudir a dejar flores sobre Franco y las asociaciones ultracatólicas mientras en la televisión pública, es decir, un servicio público a la ciudadanía, censuran una gala de carnaval en la que un drag queen se viste de virgen y se crucifica con lentejuelas.
Queridas abuelas, intentásteis transmitirnos una fe en cuya limpieza creíais, y hoy podéis estar tranquilas. Recibimos provocaciones a diario, sin duda, pero ninguno de vuestros nietos empuñará otras armas que no sean la de la crítica y la de una acción ciudadana que ha de cambiar por fuerza el rumbo de este país que parece que nunca aprende de sus errores.— Jesús Galeote. Málaga.
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