Hay un manual en inglés, titulado Community Currency Guide, que explica bien cómo se puede implementar monedas sociales con éxito. Vamos a ver cuáles pasos son necesarios.
Paso 1. El punto de partida es considerar las monedas sociales como una herramienta para “vincular necesidades no satisfechas con recursos ociosos”. Cada comunidad tiene sus propias necesidades no cubiertas (ejemplos: asistencia a los mayores, desempleo y apoyo a ONGs locales) y recursos ociosos (ejemplos: huertas, edificios, talentos).
Se pueden aprovechar estos recursos ociosos como respaldo para emitir monedas sociales y existen ya diferentes modelos. Por ejemplo, cada aerolínea emite millas, respaldadas con asientos vacíos, para que los pasajeros siempre viajen con la misma (aunque no se puede considerarlas como moneda social porque no están gestionadas por la sociedad civil). Ahora es necesario determinar 1) objetivos de la moneda social, 2) necesidades no cubiertas y 3) recursos ociosos que se podrían usar como respaldo para la moneda social, además de fijar quiénes son los potenciales usuarios del sistema, tales como:
- · LETS, Bancos del Tiempo, Tlaloc…: para intercambios entre individuos
- · Chiemgauer, SOL-Violette, Bristol Pound, Banco Palmas: entre comercios locales y consumidores
- · Barter comercial(Banco WIR, RES etc.): entre PyMEs (y autónomos)
Además, es fundamental determinar las ventajas de las monedas sociales, es decir: objetivos socioeconómicos, mejora de la vida de los usuarios, los beneficiarios y su uso.
Paso 2. Se forma un grupo para realizar procesos hacia la implementación de la moneda social. Hay que incluir representantes de todos los sectores importantes (ejemplo: de comercios, de consumidores y de asociaciones en caso del modelo Chiemgauer) para que sus intereses estén reflejados en el diseño de la moneda social.
Paso 3. Se elige el tipo de la representación física de la moneda. Cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas (también es posible combinar diferentes tipos).
- · Mercancías (cigarrillos, sal…): se puede ponerlas en circulación sólo con el acuerdo entre los usuarios, pero la dificultad de fabricarlas, además de su tamaño y peso, son inconvenientes.
- · Papeles / monedas / cheques: Son medios fáciles de manejar, pero hay que producirlos de modo a evitar falsificaciones.
- · Medios electrónicos: Son cómodos para personas acostumbradas a usar ordenadores / smartphones, pero normalmente se necesita bastante presupuesto para cubrir el costo laboral de los programadores que desarrollan el software, además de construir esquemas para impedir fraudes / hackeos etc.
Paso 4. Se determina el respaldo de la moneda social (los ejemplos que se ponen aquí no son del manual sino de mi post anterior): dinero oficial, otros bienes y/o servicios, confianza mútua (tipo LETS), emisión como crédito, FIAT y pago de impuestos.
Paso 5. También se toma una decisión importante sobre la manera de cubrir el costo operativo de la moneda social (impresión de billetes, alquiler de la oficina, salario a los funcionarios etc.), a no ser que haya suficiente subsidio del ayuntamiento / de una fundación etc.
- · Cuota de membresía: Como cualquier asociación.
- · Tasa de transacción: Cuántas más transacciones hay, más ingreso entra en el sistema, pero es una paradoja, porque se considera esta tasa como multa a las transacciones que realmente queremos promover.
- · Tasa de interés: Se cobra a los individuos / comercios que toman préstamos en moneda social, normalmente a tasas de interés inferiores a las que se debería pagar al banco.
- · Oxidación: Penaliza a aquellos que atesoran la moneda social y estimula transacciones.
Paso 6: Por último, es primordial diseñar un esquema para visualizar cómo la moneda social se emite, circula y se retira de la circulación. La imagen que acompaña este post corresponde al esquema de SOL-Violette. Hay que trabajar bien en cada paso con el fin de que la moneda social sea adecuadamente diseñada para satisfacer las necesidades de los propios usuarios. Espero que empiecen a funcionar más monedas sociales con esta guía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.