Pateras al borde de la muerte. Vallas imposibles. Desiertos a pie. La miseria de África y las guerras que desangran Oriente han confluido en un desastre humanitario sin precedentes en Europa. Un fotógrafo ha recorrido durante cinco años ese abismo entre dos mundos. De las islas griegas a Melilla, un tajo fronterizo donde miles de personas se juegan la vida a diario.
Refugiados eritreos caminan en 2014 cerca de la frontera entre Egipto, Libia y Sudán del Norte, en el desierto del Sáhara. Giulio PiscitelliEl sudanés Hassan Mekki lleva consigo las huellas de la violencia. Intenta rehacer su vida en Europa. La foto es de 2013, en Atenas.Giulio PiscitelliUn grupo de subsaharianos trata en 2014 de superar la valla de Melilla que separa Marruecos de España. Giulio PiscitelliUn inmigrante reza en el centro de identificación y expulsión de Bari-Palese (Apulia, Italia). Giulio PiscitelliUn grupo de personas en Yerba (Túnez), a punto de embarcar hacia Europa en 2011.
Giulio PiscitelliAfricanos trabajando en 2011 como temporeros en Villa Literno (Campania, Italia): 30 euros por una jornada de 10 horas.
Giulio PiscitelliLa Jungla de Calais (Francia) en 2015. Giulio Piscitelli