Cinco empresas que realmente han cambiado la vida a millones de pobres
Estos ejemplos, y muchos más, nos demuestran que se puede atajar la pobreza desde el ámbito empresarial de forma sostenible
El poder de la empresa o la estructura empresarial para abordar los problemas sociales es impresionante. Hoy me gustaría hablar de cinco de las empresas que más han contribuido a cambiar la vida de los más pobres en número suficiente, como para de verdad marcar la diferencia. Estos casos, y muchos más, nos demuestran que se puede atajar la miseria desde el ámbito empresarial de forma sostenible y escalable. Los aprendizajes de estos ejemplos nos muestran el camino a seguir por muchas otras empresas que quieran entrar en esta aventura y contribuir a crear un mundo mejor.
Vision Spring
Una de las principales causas para caer y recaer en una situación de pobreza son los problemas médicos, que pueden acabar con los ahorros de una familia, así como provocar un endeudamiento excesivo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su estudio Ceguera y Discapacidad Visual, a pérdida económica generada por la falta de una visión correcta se estima en 202 billones de dólares. Y más de un 90% de las personas con mala visión vive en países en desarrollo.
Tener una buena visión es clave para todos los trabajos manuales –tejedoras, sastres, mecánicos, artesanos...–, precisamente de los que dependen la mayoría de las personas en países en desarrollo. La pérdida de vista durante sus principales años laborales afecta poderosamente su capacidad de generar ingresos y mantener a su familia.
Vision Spring, fundada en 2001, se ha convertido en una de las empresas más exitosas vendiendo gafas graduadas en zonas remotas a bajo precio: entre dos y 4,5 dolares. Y ya lleva vendidas más de 3,5 millones en 40 países.
Un estudio de la universidad de Michigan ha concluido que un par de gafas de Vision Spring incrementa la productividad de sus clientes en un 35% y tienen el potencial de generar un incremento de su ingreso de un 20%. Con un precio de cuatro dólares el par, el retorno de la inversión para el cliente se calcula en 26 veces.
La Organización Mundial de la Salud apunta que 703 millones de personas en el mundo podrían tener buena visión con un par de lentes, de las que 544 solo necesitan gafas para leer. El recorrido es enorme, pero el modelo ya está listo y funcionando.
d.light
2.300 millones de personas en el mundo todavía no tienen acceso a la electricidad de forma continuada y segura; o no tienen conexión a la Red o ésta falla constantemente. La alternativa más común como fuente de iluminación es el queroseno, producto muy caro, perjudicial para la salud y muy peligroso. Las personas de la base de la pirámide económica, aquellas con ingresos diarios de menos de cuatro dólares al día, gastan un 15% de sus ingresos mensuales en queroseno para su iluminación, costándoles 40 veces más que lo que un americano medio paga por su energía, según las estadísticas de la US Energy Information Administration.
2.300 millones de personas en el mundo todavía no tienen acceso a la electricidad de forma continuada
D.light, con su gama de lámparas solares de entre cinco y 40 dólares (o hasta 200 por un sistema solar para toda la casa y una garantía de dos años), consigue un ahorro muy importante para su economía (un mínimo de 85 dólares al año de media), así como un incremento de los ingresos por poder realizar una actividad productiva más tiempo (un 38%, según estudios realizados en India) , un ahorro de los costes sanitarios derivados de la inhalación de humos (el equivalente a dos paquetes de cigarrillos al día) y un aumento del índice de alfabetización de hasta un 74%.
D.light ha vendido desde su fundación en 2007 más de 10 millones de lámparas solares en 62 países, impactando en la vida de más de 65 millones de personas, entre ellas, 17 millones de niños en edad escolar. Ahorrando, además, 5,2 billones en gastos relacionados con la energía y evitado la emisión de 23 millones de toneladas de CO2, según los datos de ventas y estudios realizados por la ONU y el IFC.
Envirofit
Más de 2.600 millones de personas en el mundo no tienen acceso a una forma de cocinar limpia y sana, usando madera o carbón como fuente de energía y unas simples piedras o agujero en el suelo para cocinar, lo que genera importantes problemas de salud por la inhalación de humo así como un coste monetario o tiempo de recogida importante. Las familias que usan madera para cocinar pasan una media de dos horas al día recogiendo leña, y las que usan fuel gastan un tercio de su ingreso mensual en comprar combustible. Envirofit junto con Burn y BioLite, entre otros, han desarrollado unas estufas mejoradas que además de suponer un gran ahorro, solucionan un gran problema medioambiental.
Las estufas de Envirofit ahorran un 60% del fuel necesario y hasta dos meses anuales de tiempo de recogida de la madera, aumentando el ingreso de la familia en un 15%. Además, reduce hasta un 60% los gases de efecto invernadero que se emanan de esta actividad, tal como indican los datos de ventas de la empresa e informes la Inicitiativa Global para Estufas Limpias del Banco Mundial.
En 10 años de funcionamiento, Envirotit ha pasado de ser un pequeño proyecto piloto en India con un solo modelo de estufa, a líder del sector con 15 modelos diferentes y más de un millón de estufas vendidas en más de 40 países, impactando a más de cinco millones de personas. Ha creado además 2.400 puestos de trabajo y ahorrado más de 17 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. A nivel de individual, la empresa calcula que ha ahorrado más de 96 millones de dólares en costes de combustible y 18,2 millones de semanas laborales en la recolección de leña.
Con estos datos y según mis cálculos, sólo comprando una lámpara de d.light por ocho dólares, una estufa de Envirofit por 40 y unas gafas de visión Spring por cuatro, con un coste total de 52; un cliente en la base de la pirámide podría alcanzar un 30% de incremento mínimo de su ingreso mensual más el beneficio del incremento de su productividad. ¡Un 30% de incremento de sueldo! Parece fácil, pero uno de los problemas con los que se encuentran estas empresas es que lo clientes no tienen ni los ocho dólares disponibles para hacer la compra, por lo que la financiación se convierte en una vía indispensable.
M-Pesa
La inclusión financiera, es decir, el acceso al crédito y a productos seguros y cómodos de ahorro es clave para desarrollar cualquier economía. Y más para las personas en la base de la pirámide económica que no tienen otra alternativa, o es prohibitiva en manos de usureros. Se calcula que todavía existen 2.000 millones de adultos en el mundo sin acceso a productos financieros.
M-pesa fue lanzada por Safaricom, la marca de Vodafone en Kenia, en 2007. Empezó solucionando el problema del envío de remesas de una forma mucho más barata, rápida y segura que la forma tradicional a través de amigos o familiares, conductores de autobús, la red de correos o la Western Union.
En este momento, M-pesa no solo atiende a 25 millones de clientes (21 millones de ellos sólo en Kenia) en 11 países y tiene 261.000 agentes, sino que además ha desarrollado otros productos clave para mejorar la inclusión financiera y la economía de este segmento:
- M-shwari service: una cuenta bancaria que ofrece una combinación de productos de crédito y ahorro emitida por el CBA (Commercial Bank of Africa). En este momento, uno de cada cinco adultos kenianos son clientes activos de M-Shwari, un tercio de los usuarios de M-pesa; cuyas cuentas sólo son accesibles desde esta plataforma. La mitad de los clientes de M-Shwaari no tienen una cuenta bancaria en ningún otro banco, por lo que este servicio accesible desde el teléfono supone un paso importantísimo para la inclusión financiera de este segmento de la población.
- Lipa na M-pesa: servicio para comerciantes que permite pagar productos y servicios a través del teléfono, que ya ha alcanzado más de 36.000 clientes. M-Pesa maneja fondos equivalentes al 42% del PIB de Kenia y supone un 20% de las ventas de Safaricom. Ha eliminado el envío de remesas a través de las oficinas postales y Western Union. M-Shwari tiene más titulares de cuentas bancarias que todos los bancos de Kenia juntos.
Aravind Eye Care Hospital
Desde su creación en 1976 en India, Aravind ha pasado de ser un hospital de 11 camas en Madurai a disponer de 4.000 camas en 10 centros que realizan 350.000 operaciones de cataratas al año, con la misión de erradicar la ceguera por esta causa. Según un estudio de la OMS, hay 39 millones de personas ciegas en el mundo, de las que 80% los son por causas prevenibles, tratables o curables. La mitad de casos, de hecho, se debe a cataratas que pueden ser curadas con una operación de entre cinco y 10 minutos.
La mayoría de los clientes de Aravind son personas con pocos recursos a los que el centro les opera de forma gratuita o a muy bajo precio
La mayoría de los clientes de Aravind son personas con pocos recursos a los que el centro les opera de forma gratuita o a muy bajo precio. A los que pueden pagar, se les cobra un precio de mercado. Son los mismos clientes los que deciden una modalidad u otra dependiendo de las comodidades que quieran y, sobre todo, puedan; como por ejemplo tener en la operación habitación propia, comida, que pueda estar un acompañante… El beneficio obtenido de los clientes más pudientes sufraga el coste del servicio gratuito a los que no lo pueden pagar. Las economías de escala por volumen, así como la optimización del modelo de atención de Aravind, hacen que el precio que se le cobra los primeros siga siendo incluso inferior al de mercado.
Aravind ha operado ya a más de 30 millones de pacientes.
Estas empresas han conseguido cambiar la vida de millones de personas, y hay muchas más. Ziquitza, compañía que presta servicio de ambulancias en India ha atendido ya a casi seis millones de personas, la mayoría de ellas con pocos recursos. Solarnow ha instalado sistemas solares en más de 12.000 hogares en Uganda. Spring Health provee de agua potable asequible diariamente a más de 150.000 personas en 250 pueblos en India. Casi 40.000 personas usan diariamente la red de retretes franquiciados de Sanergy en Kenia. E IDEI ha vendido sistemas de irrigación y bombas de agua a más de 1,3 millones de agricultores en las regiones más pobres.
De las empresas que han empezado más tarde, todavía no conocemos su potencial. De otras, los volúmenes de negocio no son tan altos porque no están en mercados tan globales, o no han dado con la fórmula para que su producto sea de uso masivo. Aun así, existe un futuro extremadamente prometedor. Como dicen desde el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), "no solo estamos en un momento en el que el potencial es enorme; también podemos corroborar que el progreso alcanzado ha sido impresionante. El trabajo es duro, pero el futuro es brillante”
La clave no es solo vender un producto que satisfaga una necesidad de los más pobres, que es condición indispensable, sino que además debe solucionar un problema
La clave no es solo vender un producto que satisfaga una necesidad de los más pobres, que es condición indispensable, sino que además debe solucionar un problema. No se trata de vender lámparas solares, se trata de mejorar la forma de iluminar la vida de las personas. Para ello, la misión y el objetivo social deben estar en el ADN de la empresa.
Los negocios en la base de la pirámide económica empiezan a dar sus frutos de manera masiva a problemas acuciantes. Se necesita esfuerzo, paciencia, cambio de paradigma y visión a largo plazo, pero desde mi punto de vista, estamos en un punto de inflexión: los aprendizajes generados se pueden aplicar en otros ámbitos y multiplicar exponencialmente los resultados.
Como se dice en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la empresa tiene que y puede ser parte importe de la solución.
María López Escorial es profesora en el Instituto de Empresa desde 2002 y consultora independiente especializada en innovación social, mercados de la base de la pirámide y soluciones empresariales para combatir la pobreza. Además es presidenta de la Fundación compromiso y Transparencia.
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