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Blogs / Educación
Escuelas en red
Coordinado por Rodrigo J. García

¡Yo no me meto! ¡No sea que...! ¡Yo no he visto nada!...

"El trabajo de un intelectual no consiste en modelar la voluntad política de los otros, sino en interrogar de nuevo las evidencias y los postulados, cuestionar los hábitos, las maneras de hacer y de pensar..." (Foucault, El cuidado de la verdad)

◄◄ Ramón Besonias: Declaraciones sobre sus experiencia

"¡Profesor, por qué hacerlo, si no va a servir para nada!" Ésta fue la respuesta de un alumno de ESO a la invitación hecha por Ramón Besonias, a un grupo de estudiantes, cuando les pidió que manifestaran públicamente las mejoras que deseaban para su Instituto, en la organización, el funcionamiento, las relaciones habituales...

"... precisamente mi intención era romper con la desidia y la sensación de los estudiantes de que sus ideas no cuentan y que los profesores no creemos en ellos." (Ramón Besonias)

'Imagina Tu Insti' se inicia en el curso escolar 2016/17, como una tarea innovadora, creativa y rigurosa, que invitó a Ramón a decidirse por utilizar la metodología de design thinking.

Un objetivo ambicioso, según afirma nuestro profesor de secundaria. Los estudiantes no cuentan con ese primer impulso, necesario para realizar un proyecto de envergadura. Esa energía necesaria exige cierta experiencia previa de éxito y la disposición a albergar buenas expectativas de resolución.

Tampoco es habitual, en estudiantes y docentes, incorporar el trabajo en colaboración como una sistemática valiosa para el aprendizaje y la resolución de problemas.

Un primer paso consistió en plantear a los estudiantes la descripción de un centro mejor, deseable... 'Imagina Tu Insti' exigía el desarrollo organizado de una serie de procesos de reflexión individual y colectiva sobre lo que los estudiantes aspiraban a que sucediera en sus aulas, pasillos, patios...

Para generar una modificación relevante en comportamientos arraigados es imprescindible contar y partir de las preocupaciones y expectativas de los que van a ser los protagonistas del cambio, en este caso, los estudiantes.

Se trataba de evitar el juego fácil de buscar 'culpables' y de formular soluciones 'simples' a comportamientos sociales e institucionales complejos.

En los primeros momentos (Ramón Besonias lo expresa con los términos de 'Primero ver" o 'Primero observar" ...) el esfuerzo, se concentraba, por tanto, en la identificación de las ideas culturales, de uso y de cómoda justificación (en virtud de ciertas inercias interesadas, en unos casos, y poco reflexionadas, en otros), que daban cobertura a la aparición y mantenimiento de comportamientos contrarios al desarrollo de un 'buen clima relacional' de aprendizaje.

Los estudiantes al imaginar su instituto tuvieron ocasión de concienciarse sobre la relevancia de determinados temas, comportamientos, normas.... Al final se decidieron por abordar una de sus mayores preocupaciones: "erradicar las conductas de acoso en sus relaciones entre iguales y con el profesorado".

Nos encontramos, en estas circunstancias, con un proyecto educativamente relevante relacionado, además, con una temática emergente y vinculada, en este caso, a otros proyectos de colaboración con otros centros y docentes de todo el Estado. Esta temática, estaba también planteada en el reto colectivo: #hEDUbullying y su lema 'Tu centro, Zona Libre de Acoso', propuesto por @HangoutEDU y sus debates radiofónicos de @chococharlas. El proyecto se encontraba, por tanto, fuertemente sustentado en una red profesional de aprendizaje.

En la imagen inicial del 'post' e incorporada de nuevo en el margen, podemos contemplar, a modo de mapa conceptual, una idea compleja y contextual sobre las relaciones de 'acoso': sujetos y 'roles', contextos próximos y más lejanos..., ritos y normas, rutinas docentes, relaciones entre escolares, familiares, de barrio, relación con los medios de comunicación y la sociedad en general...

En los grupos de ESO, utilizaron la técnica grupal de la lluvia de ideas para recoger las los comportamientos y las actitudes que no les gustaban; las anotaban en post-its y confeccionaron, con ellos, un mural colectivo.

Se resumieron las aportaciones y algunos estudiantes concurrieron a la radio del centro (Radio 'San José') para exponerlas y compartirlas con la comunidad educativa.

A continuación, Ramón Besonias continúa describiendo el avance del proyecto...

"Posteriormente, elegían una actitud o conducta y de dos en dos, la escenificaban en una breve simulación en clase. De la simulación extraían un guion que debían escribir en cinco frases para después convertirlo en una historia visual a modo de viñeta".

Tomaron como modelo para la confección de historias, una simulación que realizaron en 2º de ESO y que Ramón, su profesor, les dibujó, como una plantilla, con cuatro viñetas. La historia visual en su conjunto narraba la situación de acoso que habían propuesto.

La quinta viñeta debía mostrar las emociones que siente el acosado y la sexta viñeta el logo del proyecto, 'IES San José, zona libre de acoso'. Ramón nos comenta que... "era muy importante la quinta viñeta, ponerse en el lugar del acosado y pensar cómo se siente en esas situaciones".

En este enlace se pueden contemplar más ejemplos de las viñetas realizadqs por los estudiantes.

Mientras se realizaban estas viñetas, otros estudiantes acudían a la radio del centro (radio 'San José') a compartir sus impresiones sobre lo que estaban descubriendo.

Estudiantes de ESO hablan de actitudes y conductas que no le gustan,

buscan sus causas y la forma de evitarlas. Tu centro, zona libre de acoso ¿Te apuntas?

Terminada la confección de viñetas y podcasts, cada estudiante expuso en la pizarra digital su posición, explicación y el significado de cada una de sus producciones, suscitando, además, el debate y "haciendo hincapié no solo en los sentimientos del acosado sino también en la actitud de los observadores del acoso. El debate en clase fue muy enriquecedor." (Ramón Besonias)

"Hubo momentos en los que les costaba reconocer que la situación que planteaba el compañero fuera realmente acoso, como el de una alumna que decía sentirse mirada constantemente por sus compañeros.

Reconocen sus actitudes y conductas, pero igualmente confiesan la impotencia de controlar sus emociones. En el caso de los gritos, no se daban cuenta de su tono de voz porque, reconocían, que en su entorno familiar y de amigos se habla así y porque se han acostumbrado a utilizarlo como una forma de sentirse escuchados y apreciados." (Ramón Besonias)

Posteriormente elaboraron un breve spot audiovisual contra el acoso, en base a las situaciones descritas en las viñetas.

Desde un principio Ramón se propuso abordar estas situaciones, incorporando los sentimientos de unos y otros de los 'roles' implicados (acosador, espectador y víctima). Se trataba de evitar un discurso argumentativo puramente racional, a espaldas del análisis colectivo de las emociones que se manifestaban en la representación de los distintos 'roles'.

"Si les preguntas, todos te van a decir que acosar está mal. Para que fuera efectiva la reflexión había que adoptar un enfoque emocional y de diálogo entre iguales. Además, era necesario que reconocieran el acoso en contextos cotidianos, reales, fácilmente identificables.

La aceptación social por parte del entorno y del grupo de determinadas actitudes y conductas les había hecho normalizarlas; no veían en ellas ningún problema. Si todo el mundo lo hace, estará bien.

Era necesario también subrayar el papel decisivo del 'espectador' en el acoso. Aquellos que miran pasivamente o animan al acosador, porque son ellos la gasolina que mantiene vivas estas conductas." (Ramón Besonias)

Se trataba de hacer frente a las 'situaciones de acoso', sacarlas de la 'zona oscura', 'sacarlas a la luz', al análisis público, romper tabúes y perderle el miedo a su 'sin razón'.

Todo el material audio-visual, resultado del trabajo colectivo se puso a disposición del profesorado del Instituto y de docentes de otros centros.

"Lo podéis descargar, por si queréis imprimirlo, tenerlo como detonante para la reflexión entre docentes o como material de trabajo en el aula." (Ramón Besonias)

El relato que se hace en este artículo puede servir, también, como una referencia más en el desarrollo de esta experiencia en cualquier otra institución educativa.

Sabemos que la invitación está siendo aceptada, como ejemplifica este 'tweet'.

Profesorado de @misericordiacip descubriendo proyecto colaborativo de @ramon_besonias #EDUbullying Tu Centro #ZonaLibredeAcoso #VTformación pic.twitter.com/vrfWjkPavK - Daniela Gimeno (@Daniela_FOL) 11 de enero de 2017

"Esta pequeña experiencia pretende ser una más, entre otras muchas, en las que los alumnos son los protagonistas de su aprendizaje y se sienten escuchados y valorados. Se desarrollan también competencias lingüísticas, aprenden a aprender, a utilizar nuevas tecnologías, a comunicarse entre ellos y a expresarlo por diferentes medios." (Ramón Besonias)

Después de estas descripciones, es fácil constatar que los problemas de comportamiento, en gran medida, son un reflejo más de las relaciones de 'poder y sumisión' que se mantienen y potencian en el ámbito más general de las relaciones sociales. Desde esta comprensión, huimos de planteamientos 'simples' y sólo 'sancionadores'. Si tuviéramos que buscar 'culpables' o responsables últimos de las múltiples relaciones de sometimiento que proliferan en nuestras escuelas y en nuestra sociedad, quizá habría que dirigir la mirada hacia otros espacios institucionales, muy alejados de los ámbitos de decisión de nuestros estudiantes.

Consideramos que la tarea fundamentel debe estar relacionada con el análisis, la concienciación acerca de las tradiciones y 'creencias' sociales y profesionales, que mantienen y refuerzan determinados comportamientos de 'acoso' y con reconocer la complejidad, de su estudio y transformación.

Para entender las manifestaciones violentas que se dan en los centros escolares, es necesario analizar las diversas formas de presión o de desatención que ejercen unos colectivos sobre otros y diferentes grupos y personas dentro de cada colectivo. Poco seremos capaces de profundizar si limitamos el análisis a las actuaciones de la agresividad más evidente, en las que suelen caer quienes recurren a conductas menos elaboradas. Más luz aporta la búsqueda de las distintas formas en que cada persona o colectivo atenta, violenta o ignora los derechos de otras personas o colectivos. Y este análisis, en el contexto escolar, debe ocuparse de los elementos más específicos, como son el currículo y la organización. La cuestión es ¿de qué forma el currículo y la organización de la que nos hemos dotado como centro, presiona, excluye, desestima... a algunas personas o colectivos?

Esta realidad confirma la naturaleza contextual y compleja de este tipo de comportamientos que, pudiendo ser fácilmente comprendidos en general, son difícil de asumir desde la práctica de los docentes. Seguramente, se necesita un cambio costoso de conceptos, estrategias y rutinas para poner en práctica soluciones a esta complejidad, y más aún si nos situamos desde la perspectiva de quienes se aferran a prácticas escolares más alejadas del modo se sentir y percibir la realidad por los estudiantes. Esta dificultad, entre otros factores, es la que mantiene la demanda del profesorado, reclamando soluciones técnicas y de "diseño", "protocolos" y "directrices" que aborden la solución de los problemas de relación sin cambiar las rutinas establecidas.

Abordar educativamente los problemas de relación y, en particular, las conductas de acoso en los centros escolares exigen una visión de mucho alcance, más allá de la mirada que se observa en la actual proliferación de "protocolos y guías de intervención", elaboradas desde las administraciones educativas, prescribiendo y difundiendo una visión bastante pobre la realidad... "tratando de facilitar a los centros docentes un documento único (...) para la detección de situaciones de acoso o riesgo de acoso y un protocolo de intervención destinado a garantizar los derechos básicos de los alumnos y la seguridad jurídica de los centros."

Esta afirmación, recogida de uno de estos protocolos editados por las administraciones, pone en evidencia algunas de estas debilidades, al tratar de estandarizar con formatos únicos los procedimientos de actuación, indistintamente de cada contexto; o al trasladar una concepción jurídica, que no pedagógica, al análisis de las relaciones escolares...

"Los estudiantes, durante el curso, siguen proponiendo ideas para mejorar la convivencia, las consensuarán entre todos, las llevarán al Consejo Escolar y las pondrán ellos mismos en marcha.

Pero esto que en principio parece deseable no es tan fácil de llevar a cabo. Como decía al inicio, los estudiantes están acostumbrados a no participar y no creer que sirva para algo. Por eso es necesario empezar desde cero, motivando su autoestima, poniendo en valor sus capacidades con acciones en las que ellos sean los protagonistas del cambio y no meros observadores.

Esto implica también cambiar las inercias del profesorado, poco acostumbrado a trabajar de forma activa y colaborativa, más allá del habitual recurso al libro de texto, los ejercicios y el examen estandarizado." (Ramón Besonias)

El 30 de enero se celebra el 'Día escolar de la No Violencia y la Paz', reconocido por la UNESCO en 1993. Valga este 'post' de pequeño homenaje.

(*) Agradecemos a Ramón Besonias su colaboración, sus explicaciones y la información, documentación y material facilitado para la confección de este 'post'. Quisiéramos hacer mención, agradecer y reconocer la labor del colectivo 'Dibújamelas', que nos ha aportado información y contenido sobre una de terminada concepción 'visual' de la educación y la enseñanza.

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