¿Por qué apoya Trudeau a Trump en la reactivación de los oleductos?
El primer ministro de Canadá alega que el Keystone XL será una fuente de creación de empleos para la región de Alberta
No todos los países ven con malos ojos las primeras medidas del presidente de EE UU, Donald Trump. Canadá ha aplaudido la reactivación de dos polémicos oleoductos, el Keystone XL y Dakota Access. En el primer caso, el tramo paralizado uniría Alberta (Canadá) con Nebraska hasta conectar con otro tramo ya existente, que llegaría al golfo de México y permitirá transportar 830.000 barriles diarios. Sus detractores alegan que el petróleo que se transporta resulta muy contaminante y, además, la obra supone atravesar espacios protegidos. Pero para Justin Trudeau la infraestructura es una buena noticia porque supone un "crecimiento de la economía" de la zona y una fuente de "creación de puestos de trabajo". El primer ministro canadiense, recalca, no obstante, que habrá que proteger el entorno.
Trudeau ha apoyado el oleoducto Keystone XL, este martes, en una rueda de prensa en la ciudad de Calgary, en la región de Alberta, justo en la misma zona por donde pasará el oleoducto. En la provincia no sentaron bien las declaraciones del propio primer ministro del pasado día 13 en Ottawa, donde criticó los proyectos de arenas petrolíferas: "No podemos cerrar las arenas petrolíferas mañana, pero tenemos que acabar con ellas poco a poco". Uno de los periodistas de Calgary, Rick Bell (del Calgary Sun) preguntó a Trudeau por estas afirmaciones. El líder del partido de centro izquierda admitió que "dijo algo que nunca debía haber dicho" y contó también que ya había hablado dos veces con el presidente estadounidense sobre el oleoducto y le había mostrado su apoyo hacia su construcción.
"We can't shut down the oilsands tomorrow. We need to phase them out." -- PM Trudeau
— Andrew Scheer (@AndrewScheer) January 13, 2017
No, Mr. Trudeau.
Canada, we need to #PhaseHimOut pic.twitter.com/NzF4F6mPyy
Barack Obama vetó el macroyecto del Keystone XL en noviembre de 2015, y su reactivación forma parte de la política de Trump por borrar el legado de su antecesor. El expresidente demócrata se ha caracterizado por la defensa del medio ambiente, mientras que el republicano ha llegado a cuestionar que el hombre esté causando el cambio climático. Por su parte, Trudeau ha firmado el Acuerdo de París para la reducción de gases de efecto invernadero y ha activado un impuesto sobre esta materia para las provincias canadienses. Sin embargo, el político liberal lleva tiempo apoyando el oleoducto, aunque criticó las formas tajantes del anterior primer ministro canadiense, Stephen Harper, y ha defendido una mayor lucha contra el calentamiento global.
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