Una casa hecha de cajas
El estudio Serrano-Baquero construye un interior doméstico con cajas de plástico Muji
Los arquitectos Juan Antonio Serrano y Paloma Baquero han remodelado una vivienda en Granada aniquilando sus separaciones, deshaciendo su distribución, respetando las cornisas y decoraciones existentes e instalando en ella cajas translúcidas de las que comercializa la empresa japonesa Muji. Son esos contenedores de metacrilato los que ahora levantan las paredes, contienen los enseres domésticos y el vestuario y además ocultan la iluminación. Algunos cajones de metacrilato se han convertido en pantallas de lámpara y, al llegar la noche, se encienden y proyectan la luz.
Así, aunque en este piso las antiguas molduras convivan ahora con gruesos muros no hay paredes pesadas. Y aunque en esos tabiques todo quepa no hay en el interior del piso ni paredes maestras ni armarios empotrados. Cajas translúcidas apiladas sirven en esta vivienda de elemento arquitectónico, de alacena, de armario, de vestidor y ocultan además la iluminación.
Con todo, sus autores, los profesores de la Escuela de Arquitectura de Granada Juan Antonio Serrano y Paloma Baquero, defienden que la mayor aportación de la casa es, sin embargo, que esta permanece inacabada. Así es. Las cajas apiladas pueden montarse y desmontarse para construir muebles bajos, muros altos o para redistribuir la vivienda.
Que uno pueda hacer y deshacer su casa sin obra, sólo apilando cajas, en lo que se tarda en trasladar unas cajas, es un logro inaudito. Que Baquero y Serrano lo hayan conseguido con herramientas y módulos tan elementales parece una broma. Pero es una realidad. Los habitantes serán los primeros en saber si soluciones de este tipo ayudan a la convivencia. O no.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.