Loewe convierte su más emblemático espacio en la ‘Peluquería’ de Ouka Leele
La firma española expone en su tienda de la madrileña Gran Vía 19 imágenes de la fotógrafa de la movida. Además, ha creado bolsos, camisetas y pañuelos con sus retratos
Fotógrafa, pintora, icono de la movida madrileña y Premio Nacional de fotografía en 2005. Estas palabras pueden encabezar el currículo de Bárbara Allende Gil de Biedma (Madrid, 1957). Sin embargo, el que se encuentra detrás de su nombre artístico, Ouka Leele, es mucho más pictórico: ella representa la revolución y el cambio en la España de los ochenta, fue una figura clave en la vibrante escena artística de la época. Su arte, indudablemente asociado a las fotografías en blanco y negro, coloreadas con intensas acuarelas, contaminó cine, música y pintura. Casi cuatro décadas más tarde de aquella explosión cultural, su trabajo sigue entusiasmando y conservando su relevancia. Y buena prueba de ello no son solo las instituciones en las que continúa presente —como en el Reina Sofía de Madrid, en el Instituto Cervantes de Lisboa o la Fondation Cartier, en París—, sino el interés que despierta en el mundo de la moda.
La casa española de lujo Loewe ha elegido 19 imágenes de la serie Peluquería, de Ouka Leele, para decorar su espacio más emblemático, situado en la madrileña calle de Gran Vía, 8. Nada es aparente en la obra de la fotógrafa, tampoco el título del trabajo que ahora expone la firma de moda. Más allá de lo que pueda evocar el término, Ouka Leele ha reinterpretado el oficio del peluquero partiendo de su propio imaginario: limones, serpientes, pulpos, rollos de película y máquinas de afeitar, todo cabe en las cabezas de los personajes que inventa la artista madrileña.
La maison, especializada en marroquinería, ha estampado algunas de estas imágenes en bolsos, pañuelos y camisetas, convirtiéndolos en objetos de coleccionista para fanáticos de la fotógrafa, cuyo nombre artístico está sacado de una de las estrellas de la constelación que pintó el Hortelano en su colección Osa Mayor.
El desenfreno de la movida dio paso, en el caso de Ouka Leele, a cuidadas metáforas artísticas sobre lo cotidiano, recogidas a lo largo de los años. Como dijo la propia artista en una entrevista para EL PAÍS en agosto de 2014, "¡Que nadie tire ninguna foto! Con el tiempo son joyas".
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