Neil Patrick Harris: "Las ideas ridículas de Trump no se van a poder llevar a cabo"
Barney, de 'Cómo conocí a vuestra madre', estrena 'Una serie de catastróficas desdichas' esta semana en Netflix. Hablamos con él sobre lo profesional y sentimental
Puede que no haya un actor que nos encaje menos en el papel de villano que Neil Patrick Harris. El norteamericano es una de las caras más amables del show business estadounidense y, junto a su marido y sus dos hijos, representa la imagen ideal para los medios americanos de la familia homoparental perfecta. Por eso, a más de uno le sorprenderá verlo como el Conde Olaf, el perverso protagonista de la saga de libros Una serie de catástroficas desdichas, que se estrenará en enero en formato serie de la mano de Netflix. "Ser el chico malo es muy divertido, son fáciles de hacer y no tienes que tener una conciencia moral o cuestionarte su comportamiento. Solo tienes que actuar de manera horrible", nos explica Harris sobre su nuevo reto tras aclarar todo lo que tiene en común con el personaje: "Absolutamente nada".
A pesar de que a sus 43 años conserva en la distancia corta algunos rasgos aniñados, en su nuevo trabajo no será fácil reconocerle: cada día se sometía a más de dos horas y media de caracterización para poder encajar en un carrusel de locos personajes de los que se disfraza el Conde Olaf. "Durante el rodaje, a veces llamaba a mis hijos por FaceTime sin quitarme el maquillaje y nunca sabían lo que se iban a encontrar. Un día era yo calvo, otro con pelo largo...", nos cuenta con media sonrisa en la boca.
LAS MIL CARAS DE NEIL PATRICK HARRIS
"Yo estaba enamorado de alguien y no quería decir que mi novio era mi amigo"
Una vez con Harris frente a frente resulta curioso que, a pesar de que estamos advertidos del veto de cualquier pregunta sobre política (Donald Trump y su nueva posición como Presidente de EEUU), el actor no esquiva ni una sola cuestión sobre su vida personal. Y, sin duda, ésta resulta bastante jugosa. Desde que hace ya diez años saliese del armario en la revista People, se ha convertido en uno de los pocos actores de Hollywood en declararse abiertamente gay, en posar en las alfombras rojas sin problema con su marido, el también actor David Burtka (con el que se casó en 2014), o en hacerse innumerables fotos para sus redes sociales con los dos hijos de los que fueron padres en 2010 mediante gestación subrogada. Aunque en una sociedad como la americana pueda parecer una postura activista, el actor nos asegura que no hay nada de reivindicativo en ello.
"A quién amar es una experiencia totalmente individual. Yo estaba enamorado de alguien, vivía con él y no quería decir que mi novio era un amigo. No quería molestar a nadie ni cambiar nada, solo quería vivir de una manera con la que estar más orgulloso de mí mismo", nos explica. Precisamente su anuncio coincidió con uno de sus mayores momentos de popularidad gracias a otra serie de televisión, Cómo conocí a vuestra madre, en la que interpretaba a Barney, un personaje mujeriego y fieramente heterosexual por el que llegó a temer al revelar su verdadera sexualidad. "La inseguridad era únicamente mía, porque no cambiaron nada del personaje", resalta.
Neil Patrick Harris no puede mostrarse más orgulloso con la serie que le valió cuatro nominaciones a los Emmy y le devolvió al primer plano de la televisión. "Estaba previsto que solo fueran diez capítulos y al final se hicieron cientos de ellos. Además, creo que tuvimos una season finale para darle un final digno". Su nueva aventura con Netflix, de la que además es productor y hasta canta la canción de cabecera, es por lo tanto el regreso del actor a la televisión, un mundo que Harris conoce a la perfección desde que con apenas 14 años ya viviera el éxito con la ochentera serie Un médico precoz. De hecho, antes de su salida del armario puede presumir de haber sobrevivido a más desafíos que otros artistas no superan: dejar a un lado la etiqueta de 'chico de televisión' y pasar con éxito de actor adolescente a actor adulto.
"Cuando te dejan de llamar para papeles infantiles es un momento muy complicado y tienes que decidir en qué formarte, si en ser actor o en otra cosa. Pero no me siento bien diciendo que el mundo del espectáculo es distinto al mundo real, al final se trata de tomar decisiones que son una mierda cuando eres muy joven", recuerda. Sobre su carrera en la gran pantalla, que continuará el año que viene con el estreno de Downsizing de Alexander Payne (Los descendientes, Entre copas...), Harris tiene claro que ahora le resulta mucho más fácil variar entre proyectos en el cine o en la televisión que cuando era más joven. "Crecí en el mundo de la generación de actores como Tobey Maguire o Leonardo DiCaprio y recuerdo que, desde luego, había cosas distintas si eras un chico de televisión o de cine. Ahora las líneas son mucho más difusas", nos cuenta.
Como el resto de retos de su carrera, hay otro que Harris se muestra seguro de superar, aunque este, más que con ser actor, podría afectarle más por ser gay y demócrata declarado: la presidencia de Donald Trump. "Me gusta ser lo más optimista posible y creo que todos debemos serlo. Sencillamente porque muchas de sus ideas ridículas no se van a poder llevar a cabo", dice sin ápice pesimismo, a pesar de haber protagonizado antes de las elecciones, junto a compañeros de profesión como Robert Downey Jr., Scarlett Johansson o Julianne Moore, una campaña sobre los peligros de que alguien como el magnate tenga acceso al botón nuclear. "Afortunadamente no es un dictador", concluye sin importarle que nos saltemos la prohibición de hablar de política pero sin dejar, ni por un segundo, de ser tan encantador como políticamente correcto.
Una serie de catastróficas desdichas se estrena en Netflix el 13 de enero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.